
Este lunes 17 de marzo se cumplen 33 años del ataque terrorista a la embajada de Israel, que en 1992 dejó 29 muertos y más de 200 heridos en Buenos Aires. Familiares de las víctimas, funcionarios y representantes de la comunidad judía participarán de un homenaje en el sitio donde ocurrió el atentado.
El acto central se llevará a cabo el acto central a las 14:30, en la esquina de Arroyo y Suipacha, donde estaba ubicado el edificio.
Bajo el lema “Cada mirada tiene una historia. Cada historia merece ser contada”, en la conmemoración acompañarán el presidente y los directivos de AMIA, se rendirá homenaje a las víctimas fatales y a los sobrevivientes, y se renovará el pedido de justicia.
“A través de las miradas de sobrevivientes y familiares, recordamos la tragedia y honramos sus historias. Cada mirada tiene un relato único, cargado de sufrimiento, resiliencia y esperanza. Hoy, más de tres décadas después, estas miradas piden que no olvidemos”, expresaron desde la embajada israelí.
Cómo fue el ataque a la embajada de Israel en Argentina
El atentado a la Embajada de Israel en Argentina fue un ataque terrorista ocurrido el 17 de marzo de 1992 en la Ciudad de Buenos Aires. Un coche bomba explotó contra el edificio de la sede diplomática, ubicada en la intersección de las calles Arroyo y Suipacha, y dejó 29 muertes y más de 200 heridos.
El ataque fue atribuido a Hezbollah, el grupo islamista chiita libanés, que habría actuado bajo las órdenes de Irán, según investigaciones internacionales. La explosión redujo a escombros la embajada y afectó gravemente a edificios cercanos, dejando una imagen de destrucción pocas veces vista en el país.
Este atentado fue el primer ataque terrorista en suelo argentino y marcó el inicio de una serie de hechos trágicos vinculados al terrorismo internacional. Dos años después, en 1994, ocurrió el atentado a la AMIA, que dejó 85 muertos y es considerado el ataque más mortífero en la historia argentina.
Hasta el día de hoy, el caso sigue impune. Hasta el día de hoy no hay imputados ni condenados en la causa, pese a que fue investigada por la Corte Suprema de Justicia y organismos internacionales como el FBI y la agencia de inteligencia Mossad de Israel.
En abril de 2024, un tribunal federal en Argentina declaró que Irán y Hezbolá estaban detrás del ataque, habiendo “organizado, planeado, financiado y ejecutado” el ataque. En la lista también nombraron a varios funcionarios argentinos por “manipular evidencia e intentar encubrir el crimen”.
La ministra Patricia Bullrich identificó al cerebro detrás de los ataques como Hussein Ahmad Karaki, a quien nombró como el jefe de operaciones de Hezbolá en América Latina y responsable de múltiples ataques.