Antonio Gasalla, el reconocido humorista argentino que falleció este martes a los 83 años, dejó una huella imborrable en el mundo del espectáculo gracias a una serie de personajes icónicos que reflejaban con agudeza y humor la idiosincrasia de la sociedad argentina.
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Mamá Cora
Uno de sus personajes más emblemáticos fue Mamá Cora, una abuela de 78 años que cobró vida en la película “Esperando la carroza” (1985). Este personaje se convirtió en un símbolo del cine nacional, retratando con humor las complejidades de la vida familiar y las relaciones intergeneracionales.
Soledad Dolores Solari
Otro personaje destacado fue Soledad Dolores Solari, una mujer solitaria y aprensiva que buscaba trabajo, enfrentándose a situaciones insólitas que reflejaban la realidad de muchas personas en busca de empleo.
La Empleada Pública
Gasalla también dio vida a La Empleada Pública, una parodia de los empleados de organismos estatales. Este personaje, caracterizado por su mal humor y su trato displicente hacia el público, se convirtió en una crítica humorística a la burocracia y la ineficiencia administrativa.
La Nena
La Nena, cuyo nombre era Lorena, era una niña caprichosa y manipuladora que hacía todo lo posible por espantar a los novios de su madre y obtener dinero de su padre. Este personaje destacaba por su capacidad para generar situaciones disparatadas en su familia, saliéndose siempre con la suya.
La Abuela
Otro personaje entrañable fue La Abuela, una anciana que, con su picardía y desparpajo, abordaba temas de actualidad y realizaba entrevistas a figuras públicas, siempre desde una perspectiva humorística y sagaz.
Estos personajes, entre otros, permitieron a Antonio Gasalla construir una carrera sólida y reconocida, convirtiéndose en una figura central del humor argentino y dejando un legado que perdurará en la memoria colectiva.
