
Tras un fuerte operativo de seguridad que arrancó antes del mediodía, la marcha en apoyo a los reclamos de jubilados comienza a diluirse. A diferencia del miércoles pasado, la manifestación tuvo un tenor más pacífico. Se registraron algunos incidentes, pero no revistieron de mayor gravedad.
Adultos mayores y grupos que iban en apoyo se movilizaron para exigir la recomposición de los haberes jubilatorios. Ya alertados por el descontrol de la semana pasada, cuando se vivieron momentos de mucha tensión y violencia, el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich advirtió que volverían a reprimir.
No obstante, esto no excluyó a integrantes organizaciones políticas, sociales, sindicales y piqueteros de la marcha y ciudadanos autoconvocados. La movilización en apoyo a los jubilados se desarrolló en forma pacífica a lo largo de la jornada, después de las 19 horas un grupo reducido se reunió frente a una valla dispuesta en calle Rivadavia, una de las laterales del Congreso, e intentó generar desmanes.
En efecto, varios manifestantes con caras tapada comenzaron a patear las vallas, les arrojaron palos y piedras a los agentes de la policía que se encontraban detrás y hasta intentaron lanzar llamas con aerosoles. La policía se reagrupó para disuadirlos y un grupo de bomberos arrojó agua para dispersarlos.
Hasta el momento, la mayoría de las organizaciones y partidos que asistieron a la protesta de ya se desconcentraron.