Prevenir el Cáncer: cuáles son las claves de la genética para combatirlo

El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. A pesar de los avances médicos, sigue siendo una enfermedad con una alta incidencia. Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que por año mueren 10 millones de personas.

Ante este contexto, es fundamental hablar de la prevención porque algunas personas tienen una predisposición genética a ciertos tipos de cáncer que pueden ser identificados. Ganando tiempo y anticipando tratamientos con información valiosa.

El análisis genético no solo es útil para las personas que ya tienen antecedentes familiares de cáncer, sino que también tiene un gran potencial en la población sana”, explica Adrián Turjanski, investigador del CONICET y Director Científico de Gen360. “La prevención es clave, y el diagnóstico temprano cambia radicalmente las opciones de tratamiento y la calidad de vida de los pacientes”, añade.

Cuáles son los tipos de cáncer más comunes y cómo prevenirlos

Entre los tipos de cáncer más comunes se incluyen el de mama, próstata, pulmón, estómago, melanoma y colorrectal. Sin embargo, la incidencia y mortalidad varían significativamente según la región y los factores demográficos de cada población. La genética, aunque no es el único factor, juega un papel crucial en la determinación del riesgo.

Enfermedades como el cáncer de mama y el melanoma tienen mayores posibilidades de pasar de generación en generación si no se identifican a tiempo. En el caso del cáncer de mama, el riesgo aumenta con los antecedentes familiares o ciertas mutaciones genéticas, como las que afectan a los genes BRCA1 y BRCA2.

Adrián explica: “Las mujeres que tienen esta predisposición genética pueden tomar medidas preventivas si se detecta a tiempo. Esto incluye desde monitoreos más frecuentes hasta intervenciones quirúrgicas preventivas, dependiendo del caso”. También señala que los estudios de asociación genómica (GWAS, por sus siglas en inglés) han sido fundamentales para identificar a las personas con mayor riesgo de cáncer de mama antes de que la enfermedad se desarrolle.

Con respecto al melanoma -enfermedad que globalmente ha aumentado su incidencia y especialmente en personas con piel clara- si bien está relacionado principalmente con la exposición excesiva al sol, también tiene un componente genético. Las personas con antecedentes familiares deben someterse a evaluaciones regulares y considerar pruebas genéticas como una herramienta para conocer su riesgo”, recomienda el investigador.

Enfermedades como el cáncer de próstata, común en los hombres, no siempre tiene un componente genético, aunque su monitoreo es importante en personas que tienen antecedentes familiares. Adrián explica: “El cáncer de próstata puede ser asintomático en sus primeras etapas, lo que hace que muchas veces no se detecte hasta que es demasiado tarde”.

Es fundamental recordar que los estudios genéticos nunca son totalmente completos y que siempre debe considerarse la consulta con un profesional para una interpretación adecuada y un enfoque personalizado en la salud.

Prevenir es el camino

Las diversas pruebas genéticas, incluidos los tests genéticos personales, brindan a las personas la oportunidad de conocer su riesgo y tomar medidas preventivas. Estas pueden ser cambios en el estilo de vida, monitoreos más frecuentes y, en algunos casos, tratamientos preventivos.

Lo que queremos es darles a las personas las herramientas para actuar antes de que el cáncer se desarrolle. La prevención es una de las mejores armas que tenemos contra el cáncer, y estamos comprometidos en ofrecer información precisa y accesible para que cada persona pueda cuidar su salud de la mejor manera posible”, concluye el director científico de Gen360.