Un insólito y perturbador caso judicial tuvo lugar en Houston, Texas, donde un conserje fue sentenciado a seis años de prisión tras haber contaminado intencionalmente el agua de varias empleadas con su orina. El hecho salió a la luz en septiembre de 2022, cuando una de las víctimas instaló una cámara oculta en la oficina y descubrió al responsable.
Las trabajadoras habían notado que el agua del dispenser tenía un sabor y un olor extraños, pero inicialmente pensaron que se trataba de una situación pasajera. Sin embargo, la situación se agravó cuando algunas observaron un tono amarillento en el líquido. Al notar que incluso las botellas de agua que dejaban de un día para otro también presentaban los mismos signos, una de ellas decidió colocar una cámara de seguridad en su espacio de trabajo.
Las imágenes registradas revelaron que el conserje, identificado como Lucio Catarino Díaz, orinaba dentro de las botellas de agua de las empleadas. Tras ser denunciado, el hombre admitió los hechos y declaró que lo hizo porque “sabía que [la empleada] lo bebería al día siguiente”. Además, afirmó padecer una enfermedad, lo que llevó a que las afectadas se sometieran a pruebas médicas.
Las pruebas confirmaron que varias de las víctimas habían contraído el virus del herpes simple tipo 1, lo que aumentó la gravedad del caso. La Oficina del Fiscal del Distrito de Harris County consideró la orina del acusado como “un arma mortal”, argumentando que el virus puede debilitar el sistema inmunológico y generar lesiones con riesgo de muerte.
Lucio Catarino Díaz fue procesado por agresión agravada con un arma mortal y, tras declararse culpable, recibió una condena de seis años de prisión. El caso generó conmoción en la comunidad y alertó sobre la importancia de la seguridad en los entornos laborales.
