
Por Lourdes Suárez Torres
No, no es sólo por el plano secuencia. Hay algo más detrás de la historia que se narra, que trasciende la pantalla y nos interpela como sociedad.
La nueva serie de Netflix, “Adolescencia”, logró estar entre las producciones más vistas y más aclamadas por la audiencia, generando debates en torno a la juventud, la violencia, y el rol de las familias y la sociedad en el desarrollo de los adolescentes.
¿En algún momento nos detenemos a pensar en cómo estamos ejerciendo el rol que nos toca como madres, padres, hermanos, educadores para con los jóvenes? Quizás uno de los puntos a favor de la serie es que no nos permite pasar por alto esta pregunta después de verla.
Para comprender mejor este fenómeno, desde Info del Estero hablamos con Maximiliano Olivera, psicólogo diplomado en Violencia, y con María José “Teté” Gelsi, quien es trabajadora social, madre de dos niñas y comunicadora en redes sociales, para que ambos, desde sus perspectivas, nos aporten su mirada al fenómeno del que todo el mundo está hablando.
Una serie que invita a la reflexión
Si bien, como producción audiovisual, Adolescencia se destaca por una puesta en escena que permite el desarrollo exquisito de capítulos de una hora en plano secuencia, lo cual pone en evidencia la experiencia del equipo técnico y la destacada labor de los actores. Pero esta nota no buscamos analizarla desde esa perspectiva, sino de cómo, una serie con solo cuatro capítulos nos invita a pensar en temas más profundos y llega a instalarse en las agendas mediáticas y en las conversaciones cotidianas.
Desde la salud mental, Olivera considera que el impacto de “Adolescencia” radica en la manera en que interpela sobre diversas problemáticas propias de esta etapa. “Da un puntapié a repensarnos como sociedad en torno a esta preocupación latente: la violencia y el papel de la familia y el entorno en su desarrollo. ¿Qué lleva a un adolescente a cruzar ciertos límites? ¿Es la violencia un problema individual o un síntoma de algo más profundo en nuestra cultura?”, plantea el especialista.
Por su parte, Gelsi destacó la narrativa de la serie, así como los mensajes que emergen en cada capítulo, convirtiéndose en un tema de conversación en familia. “La vimos con mi pareja y cada capítulo era un diálogo necesario de tener”, comenta.
Adolescencia, vulnerabilidad y redes sociales
La adolescencia es una etapa de transformaciones, pero ¿es sinónimo de vulnerabilidad? Olivera explica que, desde la psicología, este periodo no implica vulnerabilidad per se, pero sí una mayor susceptibilidad emocional. “Este pasaje puede experimentarse con angustia, inseguridad y una búsqueda de aprobación que, en ocasiones, se expresa en formas de rebeldía, aislamiento o incluso actos impulsivos”, analiza. En este contexto, las redes sociales juegan un papel clave: “Pueden oficiar de espacios de expresión y comunidad o ser fuentes de ansiedad. La exposición excesiva, el ciberacoso y la comparación constante pueden intensificar la percepción de ‘no ser suficientes'”.
Gelsi coincide en que las redes están completamente insertas en la vida cotidiana y en todas las edades. “Las redes se han posicionado fuertemente en el cotidiano, y el mercado también las utiliza para direccionar y adoctrinar nuestros cuerpos”, señala.
¿Control o acompañamiento? El rol de los adultos
Uno de los grandes debates que genera el uso de redes sociales por parte de los adolescentes es el rol de los padres en su supervisión. Olivera subraya que “más que control, lo importante es el acompañamiento”. En su experiencia en consultorio, muchos padres preguntan si deben monitorear el celular de sus hijos, pero el especialista recomienda fomentar el diálogo y la confianza. “El desafío de los adultos es marcar pautas sin imponer una vigilancia excesiva, fomentando un pensamiento crítico sobre el contenido al que acceden y gestionando el tiempo de uso”, explica.
En su rol de madre, Gelsi comparte su experiencia y las decisiones que ha tomado en su hogar. “No me gusta que mis hijas usen dispositivos celulares, ni para jugar en línea ni para ver videos, porque en el ‘pasar videos’ no hay filtros y pueden encontrarse con cualquier cosa”, sostiene. Además, destaca la importancia de hablar con los niños sobre lo que ven y problematizar esos contenidos. “Creo que como papás de una nueva generación, que busca criar desde el respeto y la ternura, nos debemos el tiempo de conversación que quizás nuestra generación no tuvo”, reflexiona.
Claves para mejorar el vínculo con los adolescentes
Uno de los desafíos más grandes que enfrentan los adultos es la construcción de un vínculo saludable con los adolescentes, especialmente en situaciones de conflicto. Olivera explica que la adolescencia es una “instancia de liminalidad”, un pasaje de la niñez a la juventud que conlleva duelos y cambios profundos. “Muchas veces los adultos se frustran porque sienten que los adolescentes no los escuchan. Pero, ¿realmente los adultos los están escuchando a ellos?”, cuestiona. Para fortalecer la relación, recomienda:
- Evitar imponer desde la autoridad sin explicación.
- No minimizar ni ridiculizar sus emociones.
- Estar presentes sin invadir.
- Validar sus afectos y buscar acuerdos.
Gelsi enfatiza la importancia del diálogo y del apoyo de profesionales cuando sea necesario. “Cuando algo nos preocupa, también podemos dejarnos acompañar por quienes se han formado para ayudar a las familias”, afirma.
Un mensaje final: mirar más allá y recuperar el sentido de lo colectivo
Para Olivera, “Adolescencia” es un llamado a la reflexión: “No podemos mirar estos casos extremos como meros actos de ‘maldad’ individual. Como sociedad, tenemos la posibilidad de repensar el papel de la familia, la educación y el entorno en el desarrollo emocional de los adolescentes”.
Gelsi, por su parte, resalta la importancia de recuperar el sentido de lo colectivo. “No podemos solos, nos necesitamos. Necesitamos que las instituciones miren a nuestras infancias y adolescencias no como futuros delincuentes, sino como fragilidades y vidas a crecer, motivar y acompañar. Un poco de confianza y esperanza en lo que vendrá”, concluyó.