
El Papa Francisco, de 88 años, continúa con su recuperación luego de haber sufrido una infección en ambos pulmones. Según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, mostró signos de mejoría en los últimos días, aunque sigue sin ser capaz de respirar de manera autónoma. A pesar de este avance, aún necesita un dispositivo respiratorio durante la noche para recibir altos flujos de oxígeno.
El Pontífice sigue con su tratamiento farmacológico y realiza ejercicios de fisioterapia motora y respiratoria. Los últimos análisis de sangre muestran resultados dentro de los valores normales, y la fisioterapia le está ayudando a mejorar su voz. Durante este tiempo, el Papa Francisco combina momentos de trabajo con descanso, siguiendo las indicaciones médicas.
El Vaticano informó que la fecha estimada para su regreso a la agenda oficial sería a finales de mayo, aunque no se confirmó si podrá presidir las celebraciones de Semana Santa. El Papa siguió por videoconferencia las meditaciones de Cuaresma impartidas por el fraile Roberto Pasolini a los cardenales y obispos de la Curia Romana.
Desde su regreso al Vaticano, el Papa Francisco no recibió visitas, y se le recomendó evitar el contacto con grandes grupos de fieles o niños pequeños para prevenir posibles complicaciones de salud. El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, reconoció que el Pontífice podría no estar en condiciones de gobernar la Iglesia de la misma manera que antes y sugirió considerar alternativas para cumplir con sus funciones.