Familiares, amistades y allegados de Luciana Torres convocaron a una nueva movilización para el viernes 11 de abril a las 19.30. La marcha partirá desde la iglesia San Francisco hacia la plaza Libertad.
Será la cuarta manifestación desde el hallazgo sin vida de Luciana, ocurrido el 30 de diciembre de 2024 en su domicilio. En cada movilización, los convocantes solicitaron que la investigación avance y reclamaron el esclarecimiento del caso.
Luciana tenía 35 años y era madre de dos hijos. Su cuerpo fue encontrado en el baño de su departamento por su hermano y su ex pareja. Se encontraba de cuclillas, con una cuerda al cuello y las manos contraídas. La autopsia indicó una asfixia mixta: manual y con un lazo. La familia rechazó desde el primer momento la hipótesis de suicidio.
DURO MENSAJE
Su hermana difundió un mensaje público en el que cuestionó las demoras de la justicia y detalló una serie de irregularidades que, según afirmó, no fueron tenidas en cuenta. Indicó que Luciana presentaba signos de violencia previos a su fallecimiento: hematomas, fisuras en tres costillas y golpes compatibles con patadas.
Remarcó que Luciana mantenía un vínculo afectivo con una persona violenta. Señaló que el ADN hallado en las uñas de Luciana todavía no fue cotejado con las personas que estuvieron con ella antes de su muerte. Agregó que el teléfono de su pareja fue allanado tres meses después del hecho, y recordó que esa persona se dedica a reparar celulares.
Cuestionó la reconstrucción oficial de los hechos. Explicó que Luciana medía 1,65 metros y que su cuerpo apareció sostenido por una cuerda de 1,40 metros atada a un toallero a 1,85 metros de altura. Describió esa escena como inviable. También expresó que Luciana había pedido ayuda a su pareja para que la llevara a un hospital, lo cual consta en mensajes de texto.
La familia insistió en que la fiscal de turno no se presentó el día del hallazgo. Aseguró que la causa se manejó con secreto de sumario prorrogado más allá de los plazos previstos. Criticó el accionar de las fiscales iniciales, el cambio repentino de fiscalía y la falta de una nueva carátula para el expediente, a pesar de que ya se realizaron dos autopsias.
En su publicación, su hermana expresó: “¿Qué esconde su muerte? ¿A quién protege la justicia? ¿Cuántas pruebas más faltan para demostrar que Luciana no se mató? ¿Por qué no se cambia la carátula?”.
La familia llamó a participar de la marcha con una consigna clara: exigir justicia por Luciana Torres.
