
La comunidad de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes de La Banda (perteneciente a la Arquidiócesis de Santiago del Estero) vivió una celebración especial de Jueves Santo. En la oportunidad el Arzobispo Vicente Bokalic CM realizó el signo del lavatorio de los pies a un grupo de adultos mayores. En su mensaje el Cardenal Primado de Argentino expresó, “el camino del cristiano, de la iglesia es el servicio; si no estamos en ese camino no podemos llamarnos discípulos de Jesús”.
Cabe indicar que esta Santa Misa tuvo como consigna, “A los pies de nuestros abuelos” y estuvo impulsada por los sacerdotes de barrios populares, y se replicó en distintas parroquias del país. En su reflexión el pastor de la Iglesia santiagueña precisó, “la vida de Jesús fue amar, dar la vida, servir hasta el final, olvidándose de sí mismo porque quería dar vida a los demás, a los que sufrían, a los que estaban hambrientos, enfermos, desprotegidos, desplazados, marginados”.
Más adelante el purpurado manifestó, “la cruz es el símbolo más grande del amor de Dios hacia nosotros. Nos amó hasta el extremo, eso significa que dio la vida por los demás”. “Jesús tenía muchas ganas de compartir la cena pascual con sus amigos. Sabía que llegaba su hora tan esperada, pero también temida; no es que Jesús no sentía nada frente al desprecio, a la marginación, a tanto maltrato que iba a recibir al final”, añadió.
A la vez monseñor Bokalic sostuvo, “Jesús se arrodilló delante de sus discípulos y les lavó sus pies. Jesús tomó la posición de esclavo, toda su vida fue hacerse servidor”.
“Este es el camino de nuestras vidas, es el camino de los seguidores de Jesús. Queremos contemplar a Jesús servidor, que siendo poderoso se hizo humilde, eligió la pobreza, se hizo el más pequeño, esa es la actitud permanente de Jesús que va a buscar al leproso, perdona a la mujer pecadora, sale al encuentro de tanta gente que sufre”, acotó.
Por otra parte el arzobispo manifestó, “cuantos testimonios tenemos de aquellos que mandonean, que están al frente, que son grande, aquellos que nos prometen cosas y no cumplen. Jesús no vino a prometer nada, vino a servir y este es nuestro camino; el camino en nuestra vida es el servicio”.
Sobre este punto profundizó, “Jesús se quedó en la Eucaristía para que podamos tener un corazón abierto a tantos sufrimientos que hay entre nosotros, que no pasemos indiferentes ante ese dolor en la familia, barriadas, con nuestros mayores tan vapuleados, olvidados, lo vemos permanentemente. Hoy lo queremos acoger, tener este servicio a nuestros mayores; y esto nos tiene que abrir los ojos a tantas gente enfermas, solas y abandonadas. A veces no tienen para lo escencial, como comunidad no podemos mirar a un costado”.
El prelado santiagueño anheló, “ojalá tengamos un corazón lleno de compasión, de solidaridad, de amor para servir a los demás. El camino del cristiano, de la Iglesia es el servicio; si no estamos en ese camino no podemos llamarnos discípulos de Jesús. Si buscamos puestos, tranquilidad, seguridades, no somos auténticos discípulois de Jesús. Eso nos pasa a los guías, catequistas, sacerdotes, obispos, nuestra actritudad es el servir”.
Finalmente el Cardenal Bokalic manifestó, “la Iglesia debe ser servidora de los más postergados, de los más olvidados, castigados por la sociedad. Debemos comprometernos en este casmino de servir, buscar siempre a aquellos que nos necesitan en nuestras familias y en nuestras comunidades”.