Propietarios de un corralón de la ciudad de Añatuya quedaron asombrados por el nivel de engaño al que fueron sometidos por parte de su yerno. Se las ingenió por meses para quedarse con 140 millones de pesos, y darse la vida de reggetonero: autos, motos, celulares.
Casi como si fuera un guion inspirado en “Parásitos”, el jovencito de 22 años, identificado como Sergio Miranda Villarreal, se fue ganando la confianza del matrimonio. Enamoró a su hija, se fueron a vivir juntos y todo parecía marchar sobre ruedas.
Hijo de un oficial de Policía y una ama de casa, el joven llevaba un año de relación. En ese tiempo, los padres de la joven le tomaron cariño y depositaron toda su confianza. Sin embargo, con el paso de los meses vieron cómo su patrimonio fue creciendo.
Vida de rico
Se compró una camioneta Amarok, tres motocicletas de alta cilindrada, un Iphone, veinte pares de zapatillas y ¡hasta un viaje a Brasil! All inclusive, como se dice habitualmente. Frente a ese nivel de vida, algo llamó la atención de los propietarios de apellido López Coronel.
Fue entonces cuando la suegra se presentó el miércoles de esta semana en la casa de su hija y su pareja para solicitarle la entrega del dinero que ellos sabían perfectamente dónde estaba. Descubrieron el millonario faltante y comenzó un escándalo familiar.
Ante la tristeza y la desilusión, la joven le preguntó a su pareja qué había pasado, y él le confesó que llevaba un buen tiempo sacando dinero del lugar donde tenían guardado: una valija, una mochila y dos bolsas de plástico. Solo pudieron rescatar 60 millones de pesos, mientras que el dinero restante, los 140 millones fueron usados para darse la vida de lujo que tenía.
Esto no quedó en engaño, sino que ya fue judicializado. Quedó en manos del fiscal, Guillermo Farías, quien dispondrá las medidas a seguir en el caso.
