
El fallecimiento del Papa Francisco causó conmoción mundial, pero a pesar de ser un shock a algunos les trajo suerte. Es que los que apostaron al Sumo Pontífice, ganaron.
En el sorteo “Primera” de la quiniela de Córdoba, el número 7688 fue el ganador principal. Apenas horas después de confirmarse la muerte del Papa, ese 88 en la posición más alta del sorteo disparó una serie de comentarios en redes sociales, medios locales y grupos de apostadores, donde muchos lo tomaron como una señal simbólica o incluso un último guiño de Francisco desde el más allá.
La coincidencia no solo tiene que ver con la edad de su deceso: 88 años, sino también con que ese número en el libro de los sueños es “el Papa”. Y por si fuera poco, en las cuatro cifras hubo otra coincidencia. El 76, es la edad en la que inició el Potificado el argentino más importante de la historia.
Cada vez que ocurre un hecho relevante en torno al Sumo Pontífice —como lo fue su elección en 2013— el número 88 suele adquirir protagonismo en las apuestas. Esta vez, su aparición el mismo día de su fallecimiento y coincidiendo con su edad amplificó la carga simbólica.