
El cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu, apartado de sus funciones por el papa Francisco en septiembre de 2020, manifestó su intención de participar del cónclave que elegirá al próximo pontífice, a pesar de haber sido formalmente excluido del proceso. La presencia del cardenal en la primera sesión de la Congregación General de cardenales, celebrada esta mañana en la Ciudad del Vaticano, generó un planteo inédito para los participantes del cónclave.
Becciu fue destituido el 24 de septiembre de 2020, en una audiencia privada con el papa Francisco, quien lo despojó del cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de los derechos vinculados al cardenalato. Esa sanción le retiró el derecho a votar en un futuro cónclave, aunque conservó su título de cardenal.
El cardenal sostuvo ante sus pares que recibió un indulto del propio pontífice antes de su fallecimiento, ocurrido el lunes pasado. Sin embargo, no se presentó ningún documento oficial que confirme dicha medida. La Congregación General deberá ahora definir si su eventual participación será aceptada o rechazada.
El nombre de Becciu se vinculó con un escándalo financiero en el Vaticano por la compra de un inmueble en Londres valuado en 200 millones de euros. También figura en investigaciones relacionadas con el manejo de fondos de la Secretaría de Estado. Parte de ese dinero habría sido derivado a la Cooperativa Spes, presidida por su hermano Antonino, y a Cecilia Marogna, quien se presentaba como experta en inteligencia.
La decisión sobre la participación de Becciu se encuentra ahora en manos del Sacro Colegio, mientras continúa el proceso para elegir al sucesor de Francisco, cuyo funeral está previsto para el sábado.