
Un grupo de argentinos que reside en Italia pronunciaron su rechazo a la llegada de Javier Milei al Vaticano, como está previsto. El presidente de la Nación viajará el jueves por la noche para participar del funeral del Papa Francisco, a quien supo agraviar por mucho tiempo.
Vale recordar que tiempo atrás el funcionario se expresaba de manera muy desagradable contra el Sumo Pontífice.
“Este país tiene tantos años de justicia social… ¿qué es la justicia social? Es la envidia, el odio, el resentimiento. A ver, originalmente, la envidia era un pecado capital. Habría que informarle al imbécil ese que está en Roma que defiende la justicia social, que sepa que es un robo y que eso va contra los mandamientos”. “Lo voy a decir de frente: es el representante del maligno en la Tierra. ¿Vos sabías que el Papa impulsa el comunismo?”, supo expresar Milei.
Los ciudadanos agrupados en “Argentina no se vende” no olvidan esto. De allí que fueran contundentes en su repudio: “esta presencia no sólo resulta ofensiva por su conocida historia de agravios hacia el propio pontífice, sino que constituye un acto de cinismo político que pretende manipular la emoción colectiva y lavarse la cara en uno de los escenarios más sensibles de la historia reciente”.
A su vez, hicieron alusión al discurso que profesa el mandatario nacional. “La política de odio y de recortes a los servicios sociales, el negacionismo y la violencia institucional de Milei no se pueden conciliar con el mensaje de paz, diálogo y atención a los más vulnerables que el Papa ha promovido desde su cargo”
“En lugar de honrar sus palabras, las pisotea con cada recorte, con cada privatización, con cada declaración negacionista, con cada intento de deshumanizar a quienes migran, trabajan, luchan”, manifestaron en sus redes sociales.
“Operación de lavado”
Desde la organización catalogaron la llegada del presidente como una “operación de lavado” de imagen que rechazan por completo. Aseguran que el jefe de Estado “se pasea por Roma legitimado por una alianza ideológica que desprecia la memoria antifascista y los valores de la resistencia”.
“Nos negamos a aceptar esa operación de lavado. La lucha por la justicia, por la libertad, por la democracia, no se negocia. No se suspende por un funeral, no se esconde detrás del luto”, plantearon.