El texto inédito del Papa Francisco en el que habla de la muerte y la vejez

Un día después de que se confirmara su fallecimiento, salió a la luz un escrito inédito del Papa Francisco. Se trata del prefacio a un libro que saldrá a la venta los próximos días, pero según trascendió tiene reflexiones sobre la muerte a la que creía un paso hacia la vida eterna y “un nuevo inicio”.

“En espera de un nuevo comienzo. Reflexiones sobre la vejez”, es el título del libro del cardenal Angelo Scola, arzobispo emérito de Milán. Allí, el Sumo Pontífice ratifica las palabras del autor: “El título lo dice con sabiduría: es un nuevo comienzo, porque la vida eterna, que quienes aman ya experimentan en la tierra en las ocupaciones cotidianas, es el inicio de algo que no tendrá fin. Y es precisamente por eso que es un ‘nuevo’ comienzo, porque viviremos algo que nunca hemos vivido plenamente: la eternidad”.

Según las palabras de Jorge Mario Bergoglio, el libro de Scola, editado por la Libreria Editrice Vaticana es “una combinación rara de experiencia personal y sensibilidad cultural”. En el prefacio, se refiere también a la vejez y a cómo el ser humano llega a ese estadio, en el final de la vida terrenal.

“Es cierto que envejecemos, pero ese no es el problema: el problema es cómo envejecemos”, redactó. Y agregó: “Si acogemos con gratitud y reconocimiento el tiempo (incluso largo) en el que experimentamos la disminución de las fuerzas, el aumento del cansancio corporal, los reflejos ya no iguales a los de la juventud, pues bien, incluso la vejez se convierte en una edad de vida”.

En ese sentido, llama a aceptar la vejez “porque la vida es vida y edulcorar la realidad significa traicionar la verdad de las cosas”. Y propone también “devolverle el orgullo a un término que con demasiada frecuencia se considera malsano”.

Decir ‘viejo’ no significa ‘ser desechado’, como a veces nos hace pensar una cultura degradada del descarte”, manifestó y cuestionó a la sociedad actual que relega a los adultos mayores y expande la cultura del descarte.

Para Francisco, “decir viejo, en cambio, significa decir experiencia, sabiduría, conocimiento, discernimiento, reflexión, escucha, lentitud… ¡Valores que necesitamos desesperadamente!”. “El papel de los abuelos es de importancia fundamental para el desarrollo equilibrado de los jóvenes y, en última instancia, para una sociedad más pacífica, porque su ejemplo, sus palabras, su sabiduría pueden inculcar en los más jóvenes una visión de largo plazo, la memoria del pasado y el anclaje en valores que perduren”, sentenció.