
“Cada muerte de Obispo”, reza un popular dicho, y puede ser aplicado en forma literal al club italiano Avellino, porque cada vez que un Papa falleció, ellos tuvieron una alegría. Creer o reventar, llevan repitiendo este axioma en 6 ocasiones, incluida la muerte del Papa Francisco.
¿El ascenso a la Serie B en 2024 era una premonición? Quien sabe. Lo cierto es que las estadísticas marcan que cada vez que algo sacude al Vaticano, sea la muerte o renuncia de un Sumo Pontífice, sus hinchas suman una alegría.
Lo más curioso en esta ocasión es que el Papa Francisco había posado con la camiseta del club hace apenas algunos meses. Algunos lo tildan de club “maldito”, otros atribuyen estos logros a una mera coincidencia.
Estas son las estadísticas:
- 1958: Muerte de Pío XII y ascenso a la Serie C3
- 1963: Muerte de Juan XXIII y ascenso a la Serie C3
- 1978: Muertes de Pablo VI y Juan Pablo I y ascenso a la Serie A (su mayor logro)
- 2005: Fallecimiento de Juan Pablo II y ascenso a la Seie B3
- 2013: renuncia de Benedicto XVI y ascenso a la Serie B3
- 2024: Fallecimiento de Francisco y ascenso a la Serie B