
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación forma parte de la comitiva oficial que viajó a Roma para despedir al Papa Francisco. Si bien viajaron con tiempo suficiente, no llegaron al rito de clausura del féretro del Sumo Pontífice fallecido el pasado 21 de abril. Se prevé que este sábado esté presente en el funeral junto a Javier Milei.
En la antesala de las ceremonias en el Vaticano, le preguntaron a la ministra por su visión sobre el Papa Francisco, y dio una respuesta insólita que no pasó desapercibida. “Francisco fue un argentino humilde que todos queríamos. Fue patrono de la Ciudad de Buenos Aires”, remarcó.
Una afirmación que, además de ser errónea, deja en evidencia el desconocimiento sobre el rol que ocupó Jorge Bergoglio en nuestro país. Fue Arzobispo de Buenos Aires, y desempeñó su apostolado en los barrios populares de la CABA, además fue crítico acérrimo del capitalismo salvaje, lo que le valió la enemistad con los Kirchner.
Era tan bueno el Papa Francisco que la bruta de Patricia Bullrich ya lo nombró santo y patrono de Buenos Aires.
Cuando se entere San Martín de Tours va a haber quilombo.Como podemos tener a estas bestias gobernando.
Dicen cualquier cosa, les importa nada. pic.twitter.com/g07L2d0t0Q— Pablo Rizzi (@Budijoly) April 25, 2025
¿Por qué Milei no fue a la despedida del Papa Francisco?
Milei viajó a Europa junto a su hermana Karina, una vez más. Fueron también Patricia Bullrich, Guillermo Francos, Manuel Adorni, Nahuel Sotelo, Sandra Pettovello y Gerardo Werthein, en concepto de comitiva argentina. Pero no asistieron a la despedida porque llegaron tarde y les cerraron las puertas de la Basílica.
Hay distintas versiones sobre los motivos de la ausencia; en cualquier caso, escandalosa. Unos apuntan a una actividad previa de la que participó Milei, que retrasó su vuelo a Roma: la entrega del Doctorado Honoris Causa al economista español Jesús Huerta de Soto, en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE), de su socio Alberto Benegas Lynch.
Otros indican motivos aún más polémicos: no quiso ir. El viaje no cuenta con agenda oficial. El avión presidencial partió de Aeroparque e hizo una escala en la isla de Gran Canaria, España, para luego partir hacia Roma. El presidente y su nutrido grupo de ministros llegaron y, sin mayores explicaciones, se alojaron en el hotel Ambasciatori Intercontinental.