
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las cámaras empresariales del sector de transporte público no lograron alcanzar un acuerdo salarial en la última audiencia paritaria, lo que dejó el escenario listo para un posible paro en los próximos días. La conciliación obligatoria dictada por el Gobierno, que había suspendido las medidas de fuerza, vencerá este miércoles, y el gremio anunciará las medidas de presión luego de una nueva reunión entre las partes.
El conflicto se centra en la propuesta salarial presentada por las cámaras, que no sufrió cambios respecto a la oferta anterior. Esta oferta incluye un pago único y extraordinario de $40.000 en mayo, $50.000 en junio y $70.000 en julio, además de un incremento salarial en el básico a partir de julio, que se establecería en $1.270.000. Sin embargo, los empresarios condicionaron estos aumentos a la actualización de la estructura de costos, que debe ser autorizada por las autoridades del transporte.
Desde la UTA, rechazaron la propuesta, señalando que la falta de una mejora real y el incumplimiento de las condiciones de actualización de los costos laborales no permiten llegar a un acuerdo. En la audiencia, el gremio advirtió que, tras el vencimiento de la conciliación, no descarta convocar un paro de actividades.
Por su parte, los empresarios defendieron su postura señalando que el sector enfrenta un déficit del 40% en la estructura de costos, producto de tarifas desactualizadas, particularmente en las líneas de jurisdicción nacional. Indicaron que la situación de crisis económica y descapitalización del sector dificulta la posibilidad de ofrecer una mejora salarial sustancial sin la actualización de los costos.
El conflicto, que afecta a los trabajadores del transporte público, pone en riesgo la normal prestación del servicio y podría generar importantes inconvenientes para los usuarios. La UTA, por su parte, advirtió que los salarios actuales son insuficientes y que las medidas de fuerza son necesarias para garantizar mejoras laborales.