
Un equipo de unos 60 trabajadores acondiciona la Capilla Sixtina para el cónclave que comenzará este miércoles en el Vaticano. El operativo incluye tareas técnicas, logísticas y de seguridad para recibir a los 133 cardenales electores que deberán elegir al próximo Papa tras la muerte del Sumo Pontífice.
La Dirección de Infraestructuras y Servicios de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano coordina las labores iniciadas el 28 de abril, día en que la capilla cerró sus puertas al turismo. Obreros vaticanos y personal externo ejecutan tareas bajo la supervisión del ingeniero Silvio Screpanti, subdirector del Área de Infraestructuras.
Según informó Screpanti, más de 40 operarios trabajan en la instalación de estructuras, carpintería, herrería, limpieza, sistemas eléctricos, climatización y fontanería. A este grupo se suman otros 20 técnicos externos y personal administrativo que realiza gestiones presupuestarias y compras.
Uno de los primeros pasos fue la colocación de una estructura metálica que sostiene la chimenea instalada en el techo de la capilla. Desde allí saldrá la fumata blanca o negra, según el resultado de cada jornada de votación. Aunque el mecanismo de activación es electrónico, un técnico permanecerá en una sala contigua para atender cualquier contingencia durante las deliberaciones.
Aquí están las primeras imágenes de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel casi lista para recibir a los cardenales electores para el próximo cónclave que comenzará el 7 de mayo.pic.twitter.com/LgibdAp8d1
— EWTN ESPAÑOL (@EWTNespanol) May 3, 2025
Durante el cónclave prestarán servicios cinco electricistas y ascensoristas, cinco técnicos de climatización y dos floristas. Todos deberán cumplir un juramento de confidencialidad, permanecer aislados dentro del Vaticano y dormir allí durante la duración del proceso.
Para preservar la privacidad, el Vaticano procede al oscurecimiento de los cristales del Palacio Apostólico contiguo, la desconexión de los sensores de protección de frescos, el desmonte de cámaras de vigilancia y el sellado con plomo de más de 80 accesos a la zona.
También se instala una tarima sobre el pavimento original de mármol para nivelar el suelo y facilitar la colocación de mesas, bancos y sillas identificadas con el nombre de cada cardenal elector. Tapiceros especializados se encargan de vestir el mobiliario.
En paralelo, la floristería del Vaticano prepara la decoración del balcón central de la basílica de San Pedro, desde donde el futuro Papa saludará al mundo. Una vez finalizado el cónclave, el equipo deberá desmontar el operativo con la misma rapidez y comenzar los trabajos para la Misa de inicio del nuevo pontificado.