El temor de una joven santiagueña por la posible liberación de su esposo: “Me va a venir a buscar y me va a matar”

“Si lo liberan me va a venir a buscar y me va a matar”, fueron las palabras de una joven santiagueña, en un desesperado pedido a la Justicia para que su esposo (45), detenido el miércoles pasado por haberla golpeado en un departamento de Mar del Plata, no salga de la cárcel.

A.G. tiene 35 años, es de Santiago del Estero y vino a Mar del Plata para estudiar medicina, carrera en la que cursa tercer año mientras trabaja en un reconocido hotel de la ciudad. En 2023 conoció a J.A., un hombre diez años mayor que ella oriundo de Tucumán. Se enamoraron y en 2024 se casaron.

El matrimonio se volvió un auténtico infierno para A.G.. Su esposo presentaba consumo problemático de alcohol y drogas, lo llevó reiteradas veces a consultas psiquiátricas y lo acompañó en su tratamiento.

El 8 de noviembre de 2024 la víctima presentó la primera denuncia contra el agresor. Ese día, cuando volvió de su trabajo al cuarto del hostel en el que vivían en Lamadrid al 2500, el hombre no la dejó entrar por cuatro horas y se mostró agresivo y violento, hasta que finalmente le abrió la puerta y se fue del lugar.

La pareja estuvo unos meses separada. El hombre le mandaba mensajes constantemente para retomar la relación, para insultarla, para humillarla, para amenazarla, para pedirle perdón. Hasta que en febrero se volvieron a encontrar.

“Yo había decidido separarme, él me enviaba por mail todos los días fotos y videos mostrando que él no se sacaba el anillo de casamiento. Hasta que me mandó un mail en el que decía que estaba muy mal y yo sentí que podía sacarlo de ese pozo”, reconoce A.G.

Tras esta situación hubo cierta reconciliación en la pareja. Sin embargo, en mayo volvió la agresión y los insultos. El miércoles 7 de mayo a la noche, en un departamento de Santa Fe al 2500, la situación no dio para más: la mujer se cansó de los maltratos, discutió con el violento y se sacó el anillo de casada.

Ante este gesto de “liberación” el hombre se puso más agresivo y atacó con furia a la mujer. La ahorcó con el brazo, la tiró al piso y le apretó la cabeza contra el piso mientras le daba golpes de puño. Luego agarró una toalla y la volvió a ahorcar. “Si se va a terminar, que se termine bien”, le dijo el agresor a la víctima, que sentía que su esposa estaba dispuesta a matarla.

La familia de la víctima, que estaban al teléfono mientras todo esto sucedía, llamó al 911 y pidió a la policía que fuera hasta el lugar. Los uniformados irrumpieron en el departamento, salvaron a la mujer y detuvieron al hombre, que desde la madrugada del jueves 8 de mayo se encuentra detenido en la Unidad Penal 44 de Batán.

En el hecho intervino el fiscal de flagrancia Eduardo Layus, quien imputó al hombre por “lesiones leves agravadas por el vínculo y género” y dispuso que quedara alojado en la Unidad Penal 44 de Batán mientras avanzaba con la instrucción. El martes, habrá una audiencia con la defensa del imputado, que solicitará su excarcelación.

Además, el fiscal informó que el imputado no posee antecedentes en trámite ni tenía vigente otras medidas de restricción.

De ser beneficiado con la medida y recuperar la libertad, se le impondrán al imputado una orden de restricción para no acercarse a su esposa. Pero esto para la víctima es poco.

Le volvió a creer y ahora vive una película de terror

A.G. tiene miedo de que liberen a su esposo. Es un miedo físico, le cuesta respirar y encontrar la palabra para contar su historia. “Vivo una película de terror”, resume la mujer.

“Yo en febrero le volví a creer. Él armo toda una historia, todo bonito, muy bonito. Yo soñaba con tener mi familia, mientras estudio medicina y trabajo. Pero cuando fui a denunciarlo a él, la Justicia me juzgó a mí, por haberle abierto la puerta, por haberlo perdonado una vez”, expresó la víctima.

“Me expongo para contar mi verdad. Quiero ser la última mujer a la que le haga daño y no quiero que me mate. Le pido a la Justicia que evite que me mate”, dijo A.G..

Desde la Mulitesctorial de la mujer “María Eva Vaisinger” se hicieron eco de esta situación, como la de tantas víctimas de violencia de género más, y una de sus referentes, Laura Hochberg reclamó a la Justicia por “no tener perspectiva de género”.

“Esto no es violencia doméstica, es intento de femicidio, en el que la ahorcaron, la golpearon, la atacaron y amenazaron”, expresó Hochberg y agregó: “De eso a un femicidio hay un paso”.

“Repudiamos todas las expresiones de violencia de género, pero no pueden a un intento de femicidio verlo como lesiones leves”, expresó la referente de la Multisectorial de la Mujer y agregó: “Es grave y hay que tomarlo como tal, un hombre así no puede ser liberado con una perimetral que después no cumple”.