
El cementerio de Puesto de Juanes, ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Loreto, se convirtió en el centro de atención tras el hallazgo de elementos vinculados a prácticas esotéricas. Vecinos que visitaban el lugar encontraron en el interior de tumbas cajas y bolsas que contenían fotografías, notas manuscritas, documentos de identidad, muñecos y animales disecados.
Las imágenes de los objetos encontrados se viralizaron rápidamente en redes sociales, generando inquietud entre los habitantes. Muchos de los nombres mencionados en las notas halladas corresponden a personas reconocidas en la ciudad y en el ámbito del turf, lo que incrementó la preocupación y las especulaciones sobre la naturaleza de los rituales realizados.
Según testimonios locales, estas prácticas podrían estar relacionadas con rituales de “amarres de amor”, “endulzamientos” y otras ceremonias destinadas a influir en la voluntad de terceros. Aunque algunos consideran estas acciones como parte de creencias personales, otros las ven con recelo, especialmente cuando involucran la profanación de tumbas y la utilización de objetos personales sin consentimiento.