En medio de la tensión por los reclamos del personal del Hospital Garrahan, el Gobierno de Javier Milei pasó de ignorar el conflicto a imponer una conciliación obligatoria. Pero además, lanzó un “Plan de Eficiencia” a los fines de reorganizar la estructura interna.
Según trascendió este jueves, el Ejecutivo pretende controlar el presentismo de los trabajadores a través de la solicitud de datos biométricos. También evalúa un sistema de recompensas consistente en otorgar un adicional salarial a empleados más productivos.
Lejos de dar señales de apertura al diálogo justificó la precarización laboral y los sueldos insuficientes como respuesta a un “desorden administrativo” en la planta de personal del hospital. Pues, la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, hay más empleados administrativos que médicos de planta: 953 contra 478, lo que calificó como “un desorden descomunal”.
“El objetivo es redirigir los recursos hacia los médicos y las prestaciones, sin tocar el presupuesto, que incluso se incrementó un 244% en 2024”, manifestaron desde la cartera conducida por Mario Lugones. La funcionaria aseguró además que la intención es dialogar, pero con eficiencia como principio rector.
¿Qué sentirá un cana represor cuando entra al Garraham con el hijo enfermo?
Capaz que nada. pic.twitter.com/tx3XbtlDTf— Marilé (@MarileNeumayer) May 26, 2025
El Gobierno quiere avanzar con medidas de control y revisión presupuestaria, incluida la instalación de un sistema biométrico que verificará la asistencia del personal. “Los ñoquis se van. Todas las personas que no cumplan van a dejar de cobrar”, manifestaron fuentes oficiales.
A su vez, destacaron avances como la implementación de un ítem por alta complejidad desde enero, lo que significa un 15% adicional sobre el salario básico, y el aumento de la hora de guardia de $8.000 a $9.600. A esto podría sumarse un “plus por productividad” ligado a los tipos de procedimientos realizados.
