
Un impactante hallazgo tuvo lugar, hoy jueves, en un campo de la zona rural de Tomás Young. En uno de los lotes del establecimiento conocido como “El Guaycurú”, José Varisco, un empleado del lugar, se topó con una enorme lampalagua (Boa constrictor occidentalis) mientras realizaba sus tareas diarias.
El ejemplar, que supera los tres metros de largo, se encontraba entre los rastrojos y, según relató Varisco, “estaba dormida, muy tranquila, así que aproveché para sacarle fotos bien de cerca”. La escena, capturada con gran claridad, muestra al animal en todo su esplendor, lo que permitió dimensionar su tamaño con precisión.
La lampalagua, también conocida como boa de las vizcacheras, es una serpiente no venenosa que habita en diversas zonas del norte argentino. Su presencia cumple un rol fundamental en el ecosistema, ya que controla poblaciones de roedores y otros pequeños animales. Los especialistas recomiendan no molestar ni atacar a estos ejemplares, ya que no representan un peligro directo para las personas. Por el contrario, deben ser respetados como parte del equilibrio natural.
Este suceso nos recuerda la importancia de convivir en armonía con las especies que habitan nuestros campos y valorar la biodiversidad que, aunque muchas veces invisible, sigue presente en nuestro entorno.