“Ya es una tradición”: un puestero vuelve a Mailín cada año con su familia

Mientras los peregrinos se agrupaban en torno al templete del Señor de los Milagros, en la calle, la fe también se expresaba en gestos cotidianos: los puestos de comida, recuerdos y productos regionales que forman parte del paisaje de cada fiesta. Uno de esos puestos es el de Fabián, vendedor de fiambres que desde hace más de quince años llega desde Córdoba con su familia para compartir la celebración y trabajar.

“Hace 15 años fácil que venimos, gracias a Dios. Muy lindo es Mailín, ya es costumbre venir todos los años. Es una tradición”, cuenta Fabián, que nació en Santiago del Estero pero se crio en Córdoba. Su familia está en Suncho Corral, y fue una tía quien le transmitió el conocimiento y el amor por esta festividad.

En su puesto ofrece quesos y salames traídos desde Colonia Tirolesa, Córdoba. Aunque reconoce que la situación económica impacta en las ventas, la fe mueve a la gente: “La gente compra… alguno puede, alguno no. Pero después de la procesión, generalmente se vende bien. Por eso seguimos viniendo”.

Este año, llegaron el sábado y emprenderán el regreso a Córdoba el domingo por la tarde.

Además de Mailín, Fabián también participa de la fiesta de Santa Rosa en Suncho Corral, donde tiene a toda su familia.