La gran final dejó más de 5 millones de dólares en la provincia

Platense se llevó el trofeo coronando en la máxima categoría por primera vez en su historia. Sus hinchas no se olvidarán nunca más de Santiago del Estero y del Estadio Único Madre de Ciudades.

Quienes tampoco lo harán son aquellos hoteles, comercios grandes, medianos, chicos, bares, restaurantes, alquileres temporarios, el que vendió gorro, bandera, vincha y los que pusieron un puesto de comidas y bebidas en la zona cercana al estadio y en los predios donde los hinchas del marrón y del globo hicieron base.

A eso hay que sumarle la ruta. Las estaciones de servicio y los comercios de las rutas nacionales 9 y 34, desde Selva y Ojo de Agua hasta nuestra capital. Incluso Termas, que tuvo una altísima ocupación.

Entre los 20 mil de Huracán y los 10 de Platense un total de 30 mil personas pasaron por nuestra provincia. Muchos de ellos en colectivo, arribando a la mañana de ayer y saliendo una vez terminada la final, otros en algunos de los casi 40 vuelos chárter que le dieron un movimiento sin precedentes a los aeropuertos de la capital y Termas y los que vinieron en auto, en su gran mayoría pasando, mínimo, una noche y en algunos casos hasta dos.

Info del Estero calculó un gasto promedio, por persona, de 125 mil pesos, promediando un día y medio, entre quienes hicieron dos noches, una y los que solo estuvieron unas horas.
Ese cálculo nos da un impacto cercano a los 5 millones de dólares que quedaron en la provincia, en manos de quienes antes enumeramos: hoteles, alquileres temporarios, bares, restaurantes, almacenes, carnicerías, puestos de comida y de venta de merchandising.

Si hay que sumar los gastos por persona de traslado el número se triplica, pero ahí entra en ganancia Aerolineas Argentinas, las empresas de colectivos de larga distancia o las de turismo que vendieron los paquetes.

Lo cierto que el impacto directo, de dinero fresco, vivo para Santiago del Estero fue cercano a los 5 millones de dólares. La señora y el señor que vendieron choripanes, milanesas, una lata de cerveza o de gaseosa, el hotelero que tuvo ocupación plena, el gastronómico que tuvo su bar lleno y el almacén que vendió todo lo que tenía, agradecidos.