La Dra. Ana Rosa Rodríguez disertó sobre los desafíos del Derecho frente a la Inteligencia Artificial Generativa

En el marco del ciclo de conferencias “Inteligencia Artificial Generativa y el ejercicio de la Abogacía”, la Dra. Ana Rosa Rodríguez, vicepresidenta segunda del Superior Tribunal de Justicia y vocal supervisora del Centro Único de Capacitación (CUC), disertó sobre los nuevos desafíos que enfrenta el Derecho en relación con la creación de contenidos mediante Inteligencia Artificial Generativa.

La actividad, realizada en el auditorio de la Facultad de Ciencias Políticas, Sociales y Jurídicas de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE), marcó el cierre de las jornadas formativas coorganizadas entre esa unidad académica y el CUC del Poder Judicial.

Bajo el título “Inteligencia Artificial Generativa y Derecho de Propiedad Intelectual en la era digital”, la magistrada abordó los dilemas legales que emergen cuando las creaciones de la IA —como imágenes o textos producidos mediante minería de datos y redes neuronales— alcanzan valor económico y artístico, sin que quede claro quién ostenta los derechos de autor.

Durante su exposición, Rodríguez recordó el caso paradigmático del retrato “Edmond de Belamy”, generado íntegramente por un algoritmo y vendido en subasta por 432.000 dólares. “Esta obra no reproduce nada ya conocido, sino que fue creada por la propia IA a partir de lo aprendido. El punto es cómo se ha generado, ya que podría haberse utilizado información protegida por derechos de autor”, explicó.

La disertante destacó el conflicto de intereses que se presenta entre los desarrolladores de IA y los titulares de obras originales, quienes reclaman que sus creaciones no sean utilizadas como datos de entrenamiento sin autorización. “Los diseñadores argumentan que no hay copias permanentes, que el funcionamiento de la IA es similar al aprendizaje humano. Sin embargo, para los autores, representa una clara infracción a sus derechos”, señaló.

Asimismo, Rodríguez subrayó que la legislación actual todavía no responde a estas nuevas realidades: “El Derecho siempre va detrás del desarrollo tecnológico. Hoy nos enfrentamos a un escenario en el que la autoría se atribuye a personas físicas, pero ¿qué sucede cuando la obra es producto de un sistema autónomo?”

Con más preguntas que respuestas, la Dra. Rodríguez concluyó que la regulación de la Inteligencia Artificial Generativa es una necesidad urgente ante el surgimiento de situaciones complejas que ya están impactando en el campo legal.