Escrache masivo a Maximiliano Moretti, el contador denunciado por maltratar a sus mascotas

Una ola de indignación estalló en las redes sociales tras conocerse un nuevo y aberrante caso de maltrato animal en pleno centro de Santiago del Estero. El protagonista de esta historia de crueldad es Maximiliano Moretti, un contador público nacional y exjugador de rugby del Santiago Lawn Tennis Club, señalado como responsable de tener en condiciones deplorables a dos perritas caniches en su departamento ubicado sobre avenida Roca casi Libertad.

La denuncia tomó estado público gracias a El Polaco Riermersma, reconocido proteccionista y referente del refugio El Montecito de los Canichones, quien compartió en sus redes el impactante video del maltrato con el que se consiguió la orden de allanamiento. Y luego, el momento en que la policía, junto a la Seccional de Canes, allanó el domicilio de Moretti y rescató a las dos mascotas visiblemente descuidadas y en mal estado.

La salud de las perritas

Según trascendió, fueron vecinos valientes quienes grabaron los maltratos y se animaron a denunciar, lo que permitió activar el procedimiento judicial. Una vez más, se destaca la importancia de contar con pruebas concretas para que la Justicia pueda actuar: alguien tuvo que dar el primer paso.

 

Las perritas ya están fuera de peligro, según confirmó el propio Polaco. Recibieron atención veterinaria y serán entregadas en adopción responsable una vez recuperadas. Pero el escándalo no termina ahí: la condena social no da tregua.

Condena social

En redes sociales, miles de usuarios comparten fotos, datos y hasta la dirección del acusado, exigiendo una sanción ejemplar. La polémica creció aún más cuando en los videos del allanamiento, Moretti intentó justificar su accionar asegurando que las perras estaban “bien”, despertando aún más furia e indignación.


El mensaje es claro y retumba en cada publicación: “El maltrato animal no tiene clase social. A todos les llega la hora.”

Mientras avanza la investigación judicial, la sociedad ya dictó su sentencia: no hay lugar para el maltrato animal en ninguna parte.