
La investigación por la muerte de Luciana Torres continúa generando controversia. La Fiscalía mantiene la hipótesis de que se trató de un suicidio e imputó al ex novio por presunta instigación, al médico forense que realizó la primera autopsia por falso testimonio y a la psicóloga particular que atendía a la joven. Sin embargo, la familia y sus amigos, sostienen que hay elementos de prueba suficientes para, al menos, investigar un asesinato.
En los últimos días la familia y la querella que la representa, se habían pronunciado manifestando su disconformidad con el curso de la investigación, algunas medidas y -según su mirada- la desestimación de algunos indicios que ellos consideraban vitales.
Como contrapartida, el Ministerio Público Fiscal emitió un comunicado en su portal web en el que es “facultad exclusiva y excluyente” del organismo “en el marco de la investigación penal preparatoria, formular las imputaciones correspondientes ante la existencia de evidencia” y remarcaron cuáles eran las funciones a las que se debe limitar la querella, lo que fue tomado por la familia de Luciana como una respuesta a sus cuestionamientos.
Ahora se dio un nuevo capítulo en este enfrentamiento que tiene al Ministerio Público Fiscal de un lado de la vereda, y a la querella y la familia de la joven, del otro.
Dudas sobre la imputación a Cesca en el caso de la muerte de Luciana Torres: ¿Qué hay detrás?
A través de la cuenta de Instagram @justiciaxlucianatorres la familia de la joven emitió un fuerte comunicado que transcribimos a continuación:
“Habiendo tomado conocimiento del comunicado emanado de esa Fiscalía General, donde se hace referencia a la intervención del Ministerio Público en la presente causa, quisiéramos expresar nuestro más profundo asombro, casi cercano a la admiración, por la notable capacidad de ese organismo para emitir consideraciones tan generales como inofensivas, sin alterar en lo más mínimo el estado de la causa, ni el rumbo de la verdad que tanto decimos buscar. No podemos dejar de valorar el esfuerzo realizado para no mencionar ni de forma tangencial cuestiones tales como:
La existencia de cuatro medicos forenses que elaboraron dos informes concluyentes, firmados por profesionales de renombre, que sostienen una causa de muerte por estrangulamiento mixto (manual y lazo), incompatible con cualquier hipótesis de suicidio.
La inexplicable resistencia de la fiscal interviniente a realizar una reconstrucción del hecho, argumentando la falta de un dato que esta parte ya había ofrecido mediante instrumento notarial, despreciado sin mayor justificación.
La inactividad sobre la apertura de teléfonos secuestrados, que siguen custodiando más silencio que datos.
Y la decisión sostenida de desoír, subestimar o postergar todo elemento probatorio que conduzca a pensar que Luciana Torres no se quitó la vida… sino que se la quitaron.
Por otra parte, y a los fines de aclarar conceptos que parecen haberse diluido en la lectura institucional, consideramos oportuno subrayar que:
– Lo que se ha cuestionado con nuestro pedido es el desempeño de la fiscal interviniente.
– Hemos fundado debidamente ese pedido, en el entendimiento de que la fiscal no está desempeñando de forma objetiva su rol en la conducción de la investigación.
– No estamos solicitando un cambio de calificación legal.
Resulta llamativo que deba explicitarse algo tan elemental, aunque es probable que haya quienes deban realizar un breve curso introductorio de interpretación de escritos judiciales, antes de emitir comunicados tan inconsistentes como insustanciales.
En suma, lo que ese comunicado logra con notable eficacia es lo que podríamos denominar -citando autores clásicos de la retórica procesal- un auténtico non-paper: dice algo, pero no significa nada; afirma compromiso, pero actúa indiferencia; proclama justicia, pero tolera impunidad.
Por todo lo expuesto, y reiterando nuestra absoluta vocación colaborativa con la labor del Ministerio Público (aunque cada vez se nos exija más fe que pruebas), solicitamos que se adopten las medidas necesarias para que este legajo recupere el sentido básico de su existencia: establecer la verdad, en honor a Luciana y en resguardo de toda una sociedad que observa.
Quedando a disposición para todo lo que requiera, y con la esperanza de que algún día la justicia no necesite traducción simultánea, saludamos a usted con la consideración más distinguida”.
