En medio de una economía ajustada, los santiagueños no se privaron de homenajear a los padres, aunque esta vez lo hicieron con presupuesto ajustado y mucha creatividad.
Como ya es tradición, cientos de familias eligieron el Parque Aguirre, la Costanera y los clásicos asadores para celebrar este domingo el Día del Padre, compartiendo un asadito modesto, ronda de mates, pelotas de fútbol, risas y conservadoras para mantener la cadena de frío de los alimentos.
Según el último relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas por el Día del Padre cayeron un 1,7% a nivel nacional en comparación con el año pasado, reflejo del difícil momento económico.
Sin embargo el ingenio y compartir en familia es más fuerte y así muchos optaron por cortes más baratos, comidas caseras, regalos hechos a mano y, sobre todo, tiempo compartido.
El lunes feriado también ayudó a que el festejo se extendiera sin apuros. La postal fue la de siempre: sillones, música de fondo con los infaltables Alejandro Véliz y Dany Hoyos y padres siendo mimados con regalos sencillos pero sentidos.
Como en cada fecha especial, desde hace un tiempo, las celebraciones implican gastos contados y momentos compartidos que quedarán atesorados en el corazón de muchos.
