No, no era el fin del mundo, ni hicimos tanto drama como en Europa. Hoy, lunes 16 de junio se cumplen exactamente seis años del mayor corte de energía que vivió la Argentina, en una jornada que quedó grabada en la memoria colectiva como “el apagón del siglo”. Eran las 7.06 de la mañana del Día del Padre de 2019 cuando una sucesión de fallas técnicas, ocurridas en apenas 30 segundos, dejó sin electricidad a casi todo el país, parte de Uruguay y del sur de Brasil.
Más de 50 millones de personas se vieron afectadas por un colapso total del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), que tardó más de 14 horas en restablecerse por completo. El blackout, que dejó a oscuras hogares, hospitales, terminales y ciudades enteras, se extendió durante 868 minutos y alcanzó una magnitud sin precedentes.
La causa, según determinó en su momento el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), fue una falla en la red de transporte eléctrico, responsabilidad de la empresa Transener. El informe posterior del organismo, apoyado por estudios de la Facultad de Ingeniería de la UBA, apuntó contra “acciones negligentes” y “errores operativos” por parte de la transportista, que fue multada por más de 31 millones de pesos en 2021.
Sin luz y sin señal, ¿era el fin del mundo?
Aquel domingo frío y nublado sorprendió a familias enteras que se preparaban para agasajar a sus padres, cocinar, salir a votar en provincias donde había elecciones o simplemente desayunar. Sin señales en los celulares, sin semáforos, sin radio ni televisión, el país entró de golpe en un silencio eléctrico que se sintió más allá de las fronteras.
En Santiago del Estero los medios de comunicación reflejaban el desconcierto de la gente, con las redacciones de los diarios estalladas de mensajes de texto de aquellos que aún tenían batería en sus celulares y llamadas por teléfono fijo de cientos de personas preocupadas por no saber qué sucedía.
“Estaba en el interior de la provincia, Libarona, departamento Alberdi. Ni se sintió porque usabamos fueguito para comer y no había señal en ese entonces así que nadie le dio importancia hasta que escucharon la radio”, nos cuenta una lectora. “Me desperté temprano y tenía el celular apagado, sin batería. Quise enchufarlo y me di cuenta de que no había luz. Por suerte iba a la casa de mis viejos a celebrar el día del padre y nos encontramos todos ahí; y en ese momento nos dimos cuenta de todo. Si no nos reuníamos seguro ibamos a estar paranoicos por estar incomunicados”, recordó otra.
Y vos, ¿qué estabas haciendo cuando se cortó la luz ese Día del Padre? ¿Cómo viviste el apagón más grande de nuestra historia?
