Una interna en el momento quizás menos propicio augura la salida de Marcos Rojo del plantel de Boca Juniors. Según trascendió en las últimas horas, el titular discutió ayer con Miguel Ángel Russo, quien le habría ordenado no entrenar en la previa Auckland City.
Dicho y hecho. El jugador de 35 años no estuvo en la práctica y al parecer sus actitudes colmaron la paciencia de la dirigencia del Club que ahora busca el modo de excluirlo de manera prolija, luego del Mundial de Clubes.
De acuerdo al sitio “A todo Boca”, “el defensor discutió fuertemente” con el entrenador y este le dijo que “ni se gaste en aparecer en la práctica de ayer (por eso se ausentó del entrenamiento)”. “A raíz de ésto y varios actos de indisciplina, Boca tomó la decisión de que el central no continúe ligado a la institución”, manifestaron.
Por su parte, TyC Sports señala que “el hecho clave para que se acelerara el proceso fue este sábado cuando Roso se presentó a la práctica tras la derrota del viernes ante Bayern Múnich y no se entrenó. ¿Qué sucedió? El zaguero habló con Russo y acusó una molestia muscular, entonces se fue directo al gimnasio. La actitud no gustó para nada en el cuerpo técnico que ve a todo el grupo muy comprometido y otros lesionados -como Edinson Cavani y Ander Herrera- que sí han estado trabajando”.
Cabe destacar que Rojo fue amonestado desde el banco de suplentes por protestar durante la derrota ante Bayern Múnich. Desde que comenzó el certamen en Estados Unidos y el técnico, que inició su tercer ciclo en la institución, esperó a último momento por Ayrton Costa para usarlo por encima del exjugador de la Selección Nacional, se preveía que el platense abandonaría el club. Pero como tiene contrato hasta fin de año, todos imaginaban que lo cumpliría. Aunque ese panorama se modificó y la partida sería una vez que la delegación regrese a Buenos Aires.
