
POR EL TRIBUNERO…
Estaba de vacaciones muchachos, descansando, pero después de lo que vi el martes y miércoles me hicieron laburar.
Como decía uno de los éxitos del Puma Rodríguez, “agarrensé de las manos”. Tal cual, si sos de Boca o de River, pueden darse un abrazo como esa imagen de dos tipos en el velorio de Maradona.
Causa gracia ver a los dos como festejan los triunfos ajenos, prendidos al televisor más cuando juega el rival que cuando lo hace su propio equipo. Está bien, es el folclore del fútbol, pero últimamente, se ríen más de las derrotas del otro.
Boca orgulloso porque le hizo partido al Bayern Múnich, pone toda la hora youtube para ver el gol de Merentiel. Igual al partido lo perdieron y después no le pudieron ganar al Auckland City, que para colmo tenía un maestro que le hizo gol. Con el globo terráqueo cabeceó y le arruinó la tarde épica del 7 a 0.
Es tan parecido lo que le ocurre a los dos, que en el día del cumpleaños de Riquelme, presidente e ídolo, todos se reían de Boca por el papelón en el Mundial de Clubes.
En la vereda del frente, apenas 24 horas después, River que tenía al Montenerrey, más conocido por el señor Barriga y Don Ramón que por sus títulos en la liga mexicana, y al Urawa Red Raymons, bueno, ellos los japoneses, no pudo pasar a octavos.
Solamente el Inter era el rival top al que a priori iba a perder, pero bueno, tampoco le hizo un gran partido. Si no era por Armani y la falta de efectividad de Lautaro Martínez se comían 5 mínimo.
En fin, justo a pocos minutos del 26 de junio, en el aniversario 14 del descenso, de la mancha de la B, el equipo de Gallardo se despedía del Mundial de Clubes sin pena ni gloria.
Los dos, ni Boca ni River pueden cargar a nadie, se ríen de las desgracias ajenas, festejan triunfos de otros equipos y lo más patético, que se chicanean de esa forma.
Ya está muchachos, el Fantasma de la B y el 9 del 12 en Madrid están por caducar, son muy grandes los dos clubes como para que descansen siempre con lo mismo.