
El extitular del Pami, Carlos Regazzoni se criticó con dureza el manejo que hace el Gobierno Nacional con los recursos públicos. En diálogo con Radio Rivadavia habló de la pobreza y de la situación del Hospital Garrahan.
“Un millón de chicos se va a dormir con hambre y al día siguiente va a la escuela”, dijo con crudeza el exfuncionario antes de meterse de lleno en el conflicto sanitario del hospital pediátrico y el resto del sistema de salud del país.
Consideró que la salud pública “está en crisis desde hace años” y que la pandemia profundizó ese deterioro. De acuerdo a sus planteos, hay más enfermedades, más demanda y menos recursos. Una ecuación que “se transformó en una bomba de tiempo que terminó estallando”.
Para ser más exacto, Regazzoni le puso números a sus argumentos. Señaló que el Garrahan funcionará este año con un presupuesto de 190 mil millones de pesos, el mismo monto que maneja la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras que la legislatura provincial, lo duplicará con presupuesto de 300 mil millones.
“Mientras discutimos si suben o no los salarios en el Garrahan, la Legislatura gasta el doble. Esa es la verdadera enfermedad de Argentina: la mala política”, manifestó.
Regazzoni fue director del Pami durante la presidencia de Mauricio Macri. En Marzo de 2017, el primer mandatario le pidió la renuncia, por “diferencias en la gestión” que se trataba de una negación del funcionario a aplicar un “ajuste” requerido por la “mesa chica” del gabinete macrista.
Para el exfuncionario, el panorama en hospitales públicos se agrava con paros y protestas en centros como el Clínicas, el Posadas y otros del interior del país. “Hoy las obras sociales no mandan ambulancias y mucha gente que cae del sistema privado termina en hospitales públicos colapsados”, señaló.
También apuntó contra la descentralización sanitaria iniciada en los años noventa: “Las provincias no pudieron sostener el sistema y se llenó de clientelismo, corrupción y descontrol. Fue un desastre”.