
Villa General Belgrano (Córdoba) quedó conmocionada tras el asesinato a sangre fría de un perro llamado Harry. El animalito brindaba soporte emocional a una nena que padece de ataques de epilepsia. Según precisaron medios locales, el pasado 26, un vecino de la familia mató de un balazo al can porque le molestaba que ladrara y que orinara las ruedas de su auto.
Ahora, la Fiscalía de los tribunales de Río Tercero, investiga el hecho. Ya se concretó un allanamiento en el domicilio del imputado, donde se secuestró un rifle de aire comprimido, que aparentemente fue el arma utilizada. La figura legal es daño, crueldad animal y amenazas, pero podría agravarse si se determina premeditación o peligro inminente para la familia.
La ley Sarmiento, que regula estos casos, establece penas que varían de 15 días a un mes de prisión. “Esto no es algo que suela hacer, pero necesito hacerlo público; destruiste la vida de mis tres hijas y la mía también”, escribió en una publicación en Facebook Marta, madre de las nenas que perdieron el perrito.
El hecho ocurrió alrededor de las 18 en el barrio privado Los Molles. Harry, de raza Jacques Roussel, se extravió en su hogar en su hogar, por lo que la familia inició una desesperaba búsqueda que duró toda la noche. A la mañana siguiente, el peor presagio se confirmó: encontraron el cuerpo sin vida del perro debajo de un arbusto frente a su casa, con una herida de bala.
Marta detalló cómo fueron los hechos. “El viernes 27 salimos otra vez a buscarlo y cuando volvemos a mi casa empezó esta locura, una pesadilla. Ahí estaba mi perro tirado en un arbusto con un tiro en el corazón, que no fue un tiro al azar sino de alguien que sabía muy bien lo que estaba haciendo; lo hizo el jueves alrededor de las 18 y lo dejó ahí tirado frente de mi casa. Me escuchó toda la noche a mí y a mis hijas buscar a Harry”.
Harry estaba entrenado como perro de asistencia para la hija mayor de la familia, quien padece epilepsia. “Ella dormía con él. El perro detectaba las crisis antes de que comenzaran. La ayudaba a sentarse o a calmarse. Era parte de su tratamiento”, dijo Germán, el padre de la niña. En diálogo con Radio Continental Córdoba, el hombre aseguró que “no fue un tiro al azar”, ya que fue “directo al pecho” y esto determina que “lo hizo alguien que sabe usar armas”.