
El accionar del Fiscal de Tierras Miguel Ángel Torressi es observado con suma preocupación y lupa por las autoridades judiciales de la provincia. Si bien el y la doctora Luján González Garay, el “tándem” de fiscales especializados en estas lides y que habrían compartido algo más que espacio físico de oficinas y cargos, “chapean” con responder y estar “alineados” a la “superioridad”, Info del Estero pudo saber que la acumulación de denuncias y pedidos de juicios políticos vuelve todo insostenible.
Causas con procedimientos escandalosos como la de los hermanos sirios Maher y Ghear Khedr, por un terrero en El Zanjon, sobre Ruta Nacional 9 y el otro terreno ubicado en la localidad de Maquito, tratando de favorecer, claramente, a Dardo Rubén Salas, una persona que vivió en Estados Unidos muchos años, que volvió a Santiago del Estero en 2018 y afirma ser poseedor de 30 hectáreas.
Estos son solo dos casos de muchísimos que se acumulan con procedimientos que no resisten el análisis de un estudiante de primer año de derecho y que se saben y se conocen porque los afectados, los que sufren esta injusticia son personas que dan la batalla judicial y tienen recursos para dar la pelea. Imaginen cuantos casos habrá como estos dos de gente que no puede ni saben cómo defenderse y se ve despojada de lo más sagrado: su tierra.
Los hermanos sirios Maher y Ghear son propietarios, desde el año 1999, de un lote de terreno ubicado en la localidad de El Zanjón, sobre la Ruta Nacional 9, con juicio civil de prescripción, ya que esta propiedad fue adquirida por ellos de parte de los dueños legítimos mediante boletos y cesiones. Aquí debería concluir todo, pero no, Torressi se encarga de que aquí no sea.
Desde el año 2011 vienen denunciando intentos por apropiarse de su lote. Esto incluye amenazas verbales y actos intimidatorios con armas de fuego y blancas. Hace casi exactamente un año, en julio de 2024, llegaron dos camionetas con veinte personas e intentaron desalojar, violentamente, a los hermanos sirios Maher y Ghear, aduciendo que “el lote era de un Sr. Paz”. Los Khedr y sus empleados fueron golpeados salvaje y violentamente.
Media hora después de este violento incidente con intento de desalojo de los hermanos sirios, se apersonó el Fiscal de Tierras, Torressi, e hizo una acta de constatación diciendo que Paz era “poseedor del lote en disputa”, sin escuchar ni atender ningún argumento de los hermanos Khedr, totalmente violentados y vulnerados. Pero al no poder desalojarlos pidió un allanamiento a la propiedad buscando armas de fuego, las cuales jamás fueron encontradas, pero a los usurpadores se los dejó seguir en la propiedad.
Ya son muchas las denuncias que acumula Torresi por este mismo proceder en el tema de tierras con resoluciones escandalosas y que no se estarían ajustando a derecho, generando dolorosas injusticias en personas y familias que ven vulnerados sus derechos por quien debería cuidarlos y protegerlos.
Una de vaqueros en las mejores “Salas”.
En este medio hemos contado, meses atrás, otro caso escandaloso que tiene como protagonista a Torressi. Dardo Rubén Salas es una persona que vivió en Estados Unidos muchos años, volvió a Santiago en 2018 y afirma ser poseedor de 30 hectáreas luego de iniciar una prescripción contra la sucesión de Vicenta Rosales de Bravo y obtuvo, el año pasado, una sentencia favorable de la jueza Lorna Luna Hernández. Al querer inscribir su sentencia el Director del Registro de la Propiedad Inmueble, el doctor Julio Velarde, le advierte a la magistrada que sobre una parte de esa propiedad se había inscripto una sentencia anterior y que había sido vendida a una persona que contaba con “títulos perfectos”.
Ese fue el inicio del calvario para la propietaria de 11 hectáreas y de un desfile tribunalicio que no cesa, con ramificaciones que incluyen violencia, robos, presiones, hostigamiento, influencias en distintos estamentos judiciales y amenazas de parte de Salas. Este combo incluyo, además, una serie de denuncias infundadas y planteos en sede civil. El cansancio por la injusticia y el atropello le ganó a esta mujer y la legítima dueña vende la propiedad.
Gabriel Coronel Chalfón, abogado del nuevo dueño, de estos terrenos, que están en litigio con Salas, dialogó con InfoDelEstero, y sobre esta situación indicó que “presentamos toda la documentación que acredita el título perfecto de mí cliente y entiéndase por esto la escritura, plano aprobado por la dirección de Catastro de la Provincia, Matrícula Folio Real libre de gravámenes etc. Incluso una jueza civil hizo lugar a una nulidad de notificación de demanda a favor de mí cliente y le ordenó a Salas y sus representantes legales notifiquen en debida forma”.
Coronel Chalfón remarcó que “ante la inacción de los mismos comparecimos a notificarnos personalmente al proceso y a instar la acción. En ese proceso, que es un interdicto, notificaron en un domicilio que no era de mi cliente y Salas tenía pleno conocimiento de ello o por lo menos sus letrados, ya que constaba que no era ese su domicilio en el legajo penal donde fue sobreseído mí cliente”.
El letrado puso su mirada en el “tándem” de fiscales Luján González Garay y Miguel Torressi, cuyos vínculos, según fuentes inobjetables, irían más allá de la justicia y seria personal: “llama más la atención que los fiscales a cargo continúen con la IPP (Investigación Penal Preparatoria), cuando un juez resolvió que se trata de una cuestión civil y dictó el sobreseimiento de mí defendido”.
La pregunta que se impone es ¿puede Dardo Rubén Salas, una persona que vino desde Estados Unidos y dice poseer, desde el año 2018, tierras y que desde ese año habría salido innumerables veces del país hacia Estados Unidos y Paraguay ser poseedor cuando en el mismo DNI de Salas se indica que vive en la calle Rioja de nuestra capital?
Esta causa tuvo puntos álgidos como el insólito y vergonzoso episodio en septiembre del año pasado, cuando una noche la fiscal de Tierras, Luján González Garay, protagonizó un desalojo ilegal que sorprendió a todos por los detalles del procedimiento. La funcionaria, acompañada por tres móviles policiales y su instructora, Florencia Moreno, intentó forzar el desalojo de este lote sin contar con una orden judicial, en un acto que raya en la ilegalidad y pone en duda la integridad del sistema de justicia.
El reloj marcaba las 22:30 cuando González Garay se presentó en el lugar, donde fue confrontada por el abogado Gabriel Coronel Chalfón y la funcionaria, en lugar de seguir el protocolo legal, perdió el control, montando en cólera y ordenando a los gritos que el personal policial rompiera el candado de la propiedad. Según testigos, su actitud era de una persona fuera de sus cabales, con una furia que parecía motivada por otras razones, y no la de buscar justicia, precisamente.
Estos son solo dos casos de una enciclopedia de casos similares que podríamos contar y que tienen a Torressi y González Garay, quienes tuvieron un vínculo más allá de la “justicia”, como protagonistas y con la mirada de la superioridad de la justicia santiagueña puesta en ellos.