Una adolescente mató de 11 puñaladas a su hermanito y culpó a su “amigo imaginario”

Un dramático episodio mantuvo bajo asombro al pueblo de Arroyo Seco, a 32 kilómetros al sur de la ciudad de Rosario. El 19 de septiembre de 2022, una adolescente de 13 años asesinó de 11 puñaladas  su hermanito de 5 años.

Su madre se había ausentado del hogar de manera breve, dado que debía asistir a una clase. En ese lapso recibió n mensaje que su primogénita que decía: “Mamá, lo maté”. De inmediato, la mujer se comunicó con el padre del nene para que fuera a la vivienda ubicada en el barrio Santa Rita.

Al llegar, el hombre se encontró con la escena más terrorífica. El pequeño estaba muerto, con 11 puñaladas en la espalda y el cuello, mientras que la adolescente se encontraba sentada en una silla.

Tras el crimen, los forenses secuestraron el cuchillo con el que el niño fue asesinado, celulares y las prendas de vestir de los hermanos. Pero, claro, la adolescente es inimputable, por lo que el Juzgado de Menores 2 ordenó a la Dirección Provincial de Salud Mental y a la Dirección de Promoción de los derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia que traten a la menor.

El testimonio de la madre

Días después del trágico hecho, Roxana, la madre habló con TN y contó lo que su hija le había dicho al respecto: “le echó la culpa a su  amigo imaginario”. La mujer afirmó que la adolescente “no estaba atravesando un buen momento” y cursaba un tratamiento psiquiátrico, pero no estaba medicada.

“Además del inmenso dolor que siento, me pregunto por qué los especialistas no pudieron hacer más. Esto se podría haber evitado. Me decían que no podían medicar a mi hija porque no veían nada extraño, pero para mí todo era extraño”, sostuvo.

Comentó que los profesionales “la revisaban dos minutos” y los mandaban a casa. “Ella muchas veces tenía la mirada perdida. Le hablaba y no me contestaba. Se enojaba y no entendía por qué. Todo el año así”, relató.

A su vez, se refirió a unas “voces” que escuchaba la menor. “Últimamente me decía que tenía un amigo imaginario. Yo le respondía: ‘Dale, ya tenés 13 años. Estás grande para eso’. Y ella me insistía. Decía que hablaba con él y todo”.

“¿Sabés lo que le dijo mi hija a la psiquiatra que la recibió en el hospital después de lo que hizo? Le echó la culpa a su amigo imaginario”. Además, contó que “siempre le pedía por favor que no lastimara a su hermanito” pero que esa vez “no estuvo para salvarlo”.

La mujer con profunda tristeza resumió: “Él amaba a su hermana. Era un angelito. No tenía nada, pero nada, de maldad”.