Lionel Messi decidió apostar por el sabor de su infancia y se unió como inversor a El Club de la Milanesa, una firma gastronómica nacida en Buenos Aires que busca afianzar su expansión fuera del país. Este movimiento comercial lo vincula con una de sus pasiones personales: la comida tradicional argentina. En más de una ocasión, el rosarino reconoció que las milanesas ocupan un lugar especial en su mesa.
La incorporación del capitán argentino potencia la proyección internacional de una marca que surgió en 2006, cuando abrió su primer local en el barrio porteño de Belgrano. Desde entonces, el crecimiento fue constante, posicionándose como pionera en ofrecer un menú exclusivamente centrado en este clásico de la cocina nacional. Hoy, la cadena suma más de 70 puntos de venta entre Argentina, Uruguay y Estados Unidos.
La empresa no solo logró consolidarse como referente del rubro, sino que diversificó su oferta a través de distintos formatos de negocio, incluyendo propuestas como eventos privados, entregas a domicilio y opciones de comida rápida o casual. En el último año, por ejemplo, la unidad de delivery creció un 60%, consolidando su presencia en ese segmento.
El Club de la Milanesa proyecta un ambicioso plan de expansión para los próximos años, con nuevas aperturas en ciudades clave del interior y el Gran Buenos Aires. En paralelo, se trabaja en el fortalecimiento de su presencia internacional: mientras que en Miami ya opera con éxito, también se prepara para desembarcar en nuevos mercados regionales como Chile y Paraguay.
A largo plazo, la firma apunta a un desarrollo global con horizonte en 2027, que incluirá aperturas en Europa, puntualmente en España, Italia y Portugal. Esta estrategia forma parte del objetivo de posicionar a la milanesa como una referencia de la gastronomía argentina a nivel mundial.
Messi, que ahora forma parte activa del proyecto, aporta su imagen y compromiso personal con los sabores de la cocina nacional, dándole un impulso adicional al objetivo de la marca: trascender fronteras. Con su llegada, la empresa gana no solo un socio estratégico, sino también un símbolo del ADN argentino.
“La milanesa es mi comida preferida”, confesó en reiteradas entrevistas el ídolo del fútbol, reflejando el vínculo emocional que lo une a este plato. Esa afinidad ahora se traduce en una apuesta empresarial, con la que busca compartir esa tradición en diferentes partes del mundo.
La participación del futbolista en esta etapa marca un nuevo capítulo para la compañía, que combina historia, innovación y proyección internacional. Con su presencia, El Club de la Milanesa no solo refuerza su identidad, sino que también se prepara para conquistar nuevos paladares.
