
“La Libertad, en octubre, arrasa”, aseguró con total firmeza el presidente, Javier Milei luego del revés en el Senado donde aprobaron leyes para jubilados y personas con discapacidad. Una afirmación que deja en evidencia la importancia de los comicios para el Gobierno nacional.
Es por eso que para el proceso electoral, hay plata. Recientemente cerró el proceso administrativo y de contratación de proveedores para las elecciones nacionales de octubre con un premio mayor al Correo Argentino que se llevó una contratación por $ 223.000 millones, una cifra que prácticamente triplica el costo de las elecciones generales de 2023.
Después de privatizar las principales funciones electorales que realizó hasta las últimas presidenciales el extinto Ministerio del Interior dejándolas en manos de la empresa que preside Camilo Baldini, la administración libertaria remató la maniobra contratando a la compañía postal pública para que organice la logística electoral.
Más allá del dato de que el Estado pierde la potestad del control de todo el proceso eleccionario, el convenio firmado por el Ejecutivo y el Correo asciende a $ 223.000 millones, un costo inéditamente alto en la historia de los comicios.
Sobre todo porque se trata de legislativas, con muchas menos categorías que unas ejecutivas, y en un contexto donde varios de los principales distritos electorales, como la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, optaron por desdoblar las elecciones locales.