La disputa entre Javier Milei y Victoria Villarruel que ya trascendió a lo público, no pronostica final y menos feliz. Son varios los funcionarios que se hicieron eco de la mala relación entre ambos y ahora fue el turno del exvicepresidente Julio Cobos.
El exfuncionario, muy recordado por su “voto no positivo” se manifestó completamente en contra con las descalificaciones y maltrato que enfrenta la actual presidenta del Senado. Cree que están fuera de lugar “sean cuales fueran las razones”.
Para Cobos, no se trata de un conflicto en específico sino que sería “una sucesión de acontecimientos que en muchos casos a lo mejor desconocemos”. Recordó que las primeras diferencias entre el presidente y su vice arrancaron con la designación de los ministros de Seguridad y Defensa.
Algo que no entendió, dado que Milei había depositado su total confianza en Villarruel. “En época de campaña se decía… Lo decía el propio candidato a presidente: ‘Seguridad y Defensa pregúntenle a Villarruel porque es la persona en la cual voy a confiar’. Me parece que ahí fue el primer indicio de una no adecuada relación para el comienzo, dado que asumió la fórmula presidencial que había competido: Patricia Bullrich en Seguridad, y Luis Petri en Defensa. Sin consultar a la vicepresidenta”, manifestó.
El legislador radical contó que “hubo tirones con la designación de (Ariel) Lijo” para la Corte Suprema, algo que “no avalaba mucho” la vicepresidenta, pues ella misma lo había manifestado. Si bien Milei “se encargó de decir ‘bueno, está bien, es una opinión distinta'”, Cobos sugirió que “fueron celos o recelos del entorno o algo que desconocemos que ha llevado a esta situación que no le hace bien a ninguno de los dos”.
El funcionario dijo además que la relación entre los integrantes del Ejecutivo solían ser muy cercanos cuando trabajaban en el Congreso. “Los he visto trabajar muy unidos cuando compartíamos el cargo de diputados en la Cámara y la verdad que tenían bastante simbiosis en el pensamiento, en la forma de expresarse y en la relación”, precisó.
Por último, se tomó el atrevimiento de aconsejar a Villarruel, en base a su experiencia de conflicto con la entonces presidenta Cristina Kirchner por la resolución 125, el mayor enfrentamiento entre el Gobierno y el campo. “Como consejo, la vicepresidenta tendría que hacerle un llamadito o escribirle como yo hice con Cristina en su oportunidad, pedirle una reunión”, planteó apelando al diálogo.
