
Una desastrosa parada en boxes provocó el enojo de Franco Colapinto con la escudería Alpine, en el Gran Premio de Hungría 2025 de Fórmula 1. El piloto argentino largó desde la 14ª posición, pero una mala detención en los pits condicionó su rendimiento y lo relegó en el clasificador. Su reacción por radio se viralizó en redes sociales: “¡Dios mío, Dios mío!”, gritó, totalmente frustrado.
En la vuelta 14, Colapinto ingresó a boxes para cambiar neumáticos medios por compuestos duros. Sin embargo, el equipo tardó cerca de siete segundos en completar la maniobra por una demora en la rueda trasera derecha, cuando lo normal en F1 es hacerlo en poco más de dos segundos. Esa falla lo hizo regresar a pista en el último lugar (20°), echando por tierra cualquier chance de meterse en zona de puntos.
Minutos antes, el piloto de 22 años ya había perdido posiciones tras una mala largada que lo llevó del 14° al 18° puesto. A pesar de eso, logró mantener un buen ritmo en la parte media de la carrera: con aire limpio, fue el más rápido en pista durante varias vueltas, marcando un tiempo de 1:21.647 que le permitió volver al 18° lugar.
El audio de su bronca por radio reflejó la frustración acumulada. Con tono evidente de indignación, Colapinto soltó un “Oh my God!” apenas salió de los pits, en alusión a la torpeza del equipo francés. No es la primera vez que Alpine lo perjudica con una parada lenta o con decisiones cuestionables desde el muro.
Colapinto sigue mostrando condiciones cada fin de semana, pero su rendimiento continúa condicionado por errores ajenos. La situación genera un creciente malestar tanto en el piloto como entre los fanáticos argentinos, que expresaron su descontento en redes sociales pidiendo más respaldo y profesionalismo por parte del equipo que no se encuentra en un buen momento.