
Desde la noche del jueves 31 de julio hasta la noche del viernes 1 de agosto se registraron en la provincia tres ataques de perros pitbull. ¿Las víctimas? Dos menores de 4 y 8 años y una mujer de 76. Todas debieron ser hospitalizadas tras recibir feroces mordeduras de los canes de la raza que algunos consideran “peligrosa” e incluso “asesina”.
El primero de esta seguidilla de casos tuvo lugar a eso de las 22.20 del pasado jueves, cuando un pitbull atacó a una pequeña de 8 años en el barrio Almirante Brown. El animal se despertó repentinamente y tomó a la nena de la pantorrilla, lo que le causó una herida por la que debió ser trasladada al Centro Provincial de Salud Infantil (CePSI).
El segundo ataque ocurrió el viernes pasado el mediodía en la ciudad de Herrera. Una mujer del barrio Estrella Roja se dirigía a un kiosco de la zona, en el que fue mordida por el perro, propiedad del dueño del negocio. La septuagenaria ingresó al hospital de Colonia Dora con en ambulancia, con lesiones en el estómago, los brazos y las piernas. Debido a la gravedad de sus heridas, posteriormente debido ser trasladada al hospital de Añatuya una atención más específica.
Finalmente en la noche del viernes, antes de las 22.30, un pequeño de 4 años sufrió terribles lesiones, tras ser atacado por el pitbull de un familiar de su padre. Debido a las graves lesiones provocadas por el perro, el nene sufrió el desprendimiento de la piel de una parte del rostro y tenía el globo ocular izquierdo comprometido. Además, los médicos lo salvaron a tiempo de una broncoaspiración de sangre que podría haber sido letal.
Una raza peligrosa o falta de adiestramiento
El sitio especializado Pasión Veterinaria señala que los perros de raza pitbull son potencialmente peligrosos e incluso su nombre esconde un trasfondo violento. El nombre completo de este tipo de animal es American Staffordshire Terrier, reconocida ante la American Kennel Club en 1.972.
Tuvo varios cruces con sus antepasados Colby, Lloyd, Tudor y Corvino, tiene rasgos fuertes, es musculosa y ágil. “El origen de los Pitbull Standford viene de algunos cruces entre el Bulldog y el Terrier hacia el siglo XVIII. El nombre Pitbull viene de la palabra pit que significa peleas en hoyos y bully que significa propenso a peleas”, explica un artículo de la web mencionada.
A su vez, recuerda que los Pitbull Standford “ayudaban a sus amos en la caza, a cuidar el ganado, las granjas y la familia”. De ahí que, en distintas partes del mundo sean adquiridos para la seguridad de propiedades, incluso el hogar familiar.
Sin embargo, se trata de “animales potencialmente peligrosos” y tienen un carácter “fuerte, decidido y enérgico”. En ese sentido, Pasión Veterinaria destaca que su “cuidado debe ser por una persona mayor de edad” y aconseja “tener un lugar delimitado en el hogar para su cuidado donde tenga un lugar para dormir, comer y realizar sus necesidades fisiológicas”. “Cuando está en la etapa de cachorro necesita crear vínculos sociales sanos porque es una etapa de aprendizaje y formación de su carácter, debe entender perfectamente cuál comportamiento es adecuado o no y nunca se debe estimular su agresividad para evitar comportamientos problemáticos”, agrega.
Por su parte, el reconocido veterinario Juan Enrique Romero, indicó en diálogo con Infobae que los ataques no tienen que ver con la raza del animal “sino con la crianza de su tutor”. Además, agrega que lo que importa es el tamaño del animal ya que no es lo mismo una mordida de un perro de más de 20 kilos que la provocada por un perro chico.
“El temperamento es lo que trae el perro de cuna y el carácter es lo que le formamos. Un pitbull, un dogo argentino, tiene una potencia de mordida, a veces, de 350 kilos fuerza sobre cada centímetro cuadrado. Y tiene porte. Entonces no es lo mismo que te muerda un pitbull a que te muerda un caniche. Pero puede ocurrir que un caniche sea más agresivo que un pitbull según cómo haya sido criado”, precisó.
En un intento de aclarar la situación, añadió: “Echarle la culpa a la raza de un perro es como echarle la culpa de que un auto pasa un semáforo en rojo a la marca de ese automóvil y no a su conductor. El responsable del manejo del automóvil es el hombre, el responsable del manejo, el dueño o tutor de un perro, es siempre el hombre”.