San Cayetano, una devoción que se acrecenta en la adversidad

San Cayetano, el santo de la esperanza y el trabajo se volvió el bastión de los desprotegidos y desempleados en medio de un contexto nacional álgido, con despidos y recortes que incluso llegaron a las personas con discapacidad.

En Santiago del Estero, en Avenida Colón al 2599, en la capilla de San Cayetano y San Expedito del barrio Tradición, miles de feligreses se congregaron para pedir pero también para agradecer que “el pan nunca ha faltado en mi casa”, como nos decía una vecina mientras ofrecía ramos de trigo con la estampita del “santo del trabajo”.

“Rogando por el trabajo seguro”, “Que no falte el trabajo para las familias”, “Por ese trabajo que tanto espero”, “Gracias por nuestro emprendimiento familiar”, “Por una jubilación digna”, fueron algunas de las intenciones de la misa central que celebró el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago del Estero, monseñor Enrique Martínez Ossola y concelebrada por el padre Carlos Carabajal.

A la tradicional celebración también llegaron familias con los panes de San Cayetano, para luego de bendecirlos, intercambiar en un gesto de comunión y hermandad en esta fecha tan especial para la grey católica.