La crítica situación de los ex empleados de Garbarino a casi cuatro años del despido masivo

A pocos días de que se defina el futuro de Garbarino, cientos de ex empleados en todo el país mantienen la esperanza de cobrar parte de la deuda millonaria que la empresa mantiene con ellos desde 2021. Gabriel Yapura, representante de los trabajadores despedidos de Santiago del Estero, contó a Info del Estero que la situación “está llegando casi al final de esta convocatoria de quiebra”, iniciada luego del despido masivo del 11 de noviembre de 2021.

En esa primera tanda, más de 1.876 empleados fueron cesanteados, de los cuales entre 1.200 y 1.300 pertenecían a la provincia de Buenos Aires y el resto a distintas provincias del interior. “Después se fueron sumando, en efecto dominó, todas las demás sucursales. Hoy quedan solo tres o cuatro, más la página web, que es lo que más factura”, explicó Yapura.

Según el representante, el stock actual es mínimo y en mal estado, lo que impide una recuperación comercial. En las últimas audiencias judiciales, la empresa no presentó planes viables para salir adelante, y ahora también Garbarino Viajes y Compumundo atraviesan procesos de quiebra.

Yapura señaló que el cierre no beneficia a los trabajadores, pero una posible compra podría significar “cobrar dos pesos en vez de uno” de la deuda. Recordó que Garbarino les adeuda nueve meses de salarios e indemnizaciones a unos 4.000 trabajadores, algunos con más de 30 años de antigüedad, y que muchos atravesaron situaciones críticas: “Tuvimos trece compañeros fallecidos y casos de suicidios vinculados al impacto de esta crisis”.

El ex vendedor, que trabajó 15 años en la sucursal de Escobar, relató que durante la pandemia fueron obligados a asistir sin cobrar sus sueldos, recibiendo únicamente el programa estatal Repro. También cuestionó el rol del Sindicato de Empleados de Comercio, asegurando que “tras 37 audiencias en el Ministerio de Trabajo, nunca movió un solo dedo por nosotros” y que hubo “acuerdos políticos que allanaron el camino para el vaciamiento”.

Para Yapura, la responsabilidad no recae solo en el actual dueño, Carlos Rosales, sino también en la familia fundadora, Omar y Daniel Garbarino, y la cúpula directiva, a quienes acusa de haber iniciado un vaciamiento desde años antes de la venta. “El trabajador cumplió, pero los dueños no pagaron por la tarea realizada”, afirmó.

Actualmente, los ex empleados esperan la resolución del proceso de salvataje. “Faltan días nomás para saber si vamos a perder todo o ganar algo. Las esperanzas están, pero están agotadas”, expresó Yapura. Mientras tanto, algunos avanzan en causas penales, aunque las dificultades económicas limitan la participación.

El pasivo con organismos estatales también es considerable: según Yapura, Garbarino adeuda alrededor de 6.000 millones de pesos en aportes jubilatorios y 2.500 millones en deudas posteriores al concurso. “Nos descontaban los aportes y no los pagaban, lo que nos va a complicar para jubilarnos”, advirtió.

“Esto fue un vaciamiento total, que dejó sin nada a cuatro mil familias”, concluyó el representante, quien remarcó que la lucha por justicia continuará, más allá del resultado de la quiebra.