Con una imagen en Instagram y la frase “sí, quiero. En esta y en todas mis vidas”, Georgina Rodríguez confirmó que Cristiano Ronaldo le pidió matrimonio y le regaló un exclusivo anillo de compromiso. La publicación selló un momento esperado por los fanáticos, luego de años de relación entre el futbolista y la modelo argentina.
La historia entre ambos comenzó a fines de 2016, cuando se conocieron en una tienda de Gucci en Madrid, donde ella trabajaba como vendedora. Según relató en entrevistas, fue un “flechazo” instantáneo que derivó en citas discretas hasta que, en enero de 2017, se mostraron juntos en los premios FIFA The Best, donde el portugués fue elegido mejor jugador del año. Ese año nació su primera hija en común, Alana Martina, sumándose a Cristiano Jr. y los gemelos Eva y Mateo.
En 2021, la pareja anunció la llegada de mellizos, pero uno de ellos, Ángel, falleció antes de nacer. Bella Esmeralda completó la familia ensamblada, que hoy reside en Arabia Saudita y comparte momentos íntimos en redes. La vida de Georgina, marcada por mudanzas entre Argentina y España, también estuvo atravesada por un vínculo familiar complejo, con la pérdida de su padre en 2019.
Antes de su salto a la fama, la modelo trabajó como mesera y niñera, hasta llegar a Gucci, donde conoció al delantero. “Fue amor a primera vista para ambos”, recordó a la revista Elle. Sus primeros encuentros se desarrollaron en la intimidad, al punto de usar disfraces en salidas para evitar a la prensa.
Uno de los pilares del vínculo fue la relación cercana que construyó con Cristiano Jr. Con la madre del jugador, Dolores Aveiro, las diferencias iniciales quedaron atrás: “Es una buena chica y un gran apoyo para Cristiano”, afirmó la portuguesa en diálogo con un medio local.
En lo profesional, su carrera despegó al firmar con UNO Models en 2017, posando para revistas como Vogue y Men’s Health, y participando en eventos como el Festival de San Remo y la gala de los MTV Europe Music Awards. También se involucró en causas benéficas, colaborando con la Fundación Nuevo Futuro y lanzando su propia marca de ropa.
Hoy, integrada plenamente en la vida cotidiana del astro, Georgina asegura que el futbolista “me ayuda, me enseña y me motiva”. Para ella, la casa que comparten es un refugio de paz y afecto, un lugar donde se siente valorada y donde, próximamente, celebrarán su boda.
