
El Gobierno decidió dar un giro en su estrategia cambiaria y, desde hoy, el Tesoro Nacional participará activamente en el mercado de cambios. El anuncio fue realizado por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, a través de su cuenta en la red social X (ex Twitter).
“El Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento”, expresó el funcionario.
La medida implica, al menos de manera temporal, un freno al esquema de bandas de flotación que había sido acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Bajo ese sistema, el Banco Central sólo podía intervenir cuando el dólar mayorista alcanzara el techo de la banda, ubicado actualmente en torno a los $1.470. Sin embargo, este lunes el tipo de cambio mayorista cotizaba en $1.370, lejos de ese límite.
Desde el Ministerio de Economía señalaron que el FMI fue consultado y dio su visto bueno a la decisión, aunque el organismo internacional aún no emitió comentarios oficiales.
El anuncio tuvo un efecto inmediato en la plaza cambiaria. Según operadores, el dólar mayorista, que antes de la noticia se negociaba entre $1.378 y $1.380, retrocedió hasta la zona de $1.355-$1.366. “Todo el que paga arriba de sesenta le están vendiendo, así que creo que todavía tiene margen para bajar un poco más”, explicó Francisco Díaz Mayer, de ABC Mercado de Cambios.
En la misma línea, Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, destacó que la intervención generó un cambio de expectativas: “El mercado opera ahora con bajas respecto de la apertura; máximos en $1.380 y ahora en $1.360”.
El esquema de bandas, implementado en abril tras abandonar el crawling peg, establecía límites que se ajustan un 1% mensual: el piso hoy ronda los $950 y el techo supera levemente los $1.470. Con la medida de Quirno, ese sistema queda en duda, ya que será el Tesoro —y no el Banco Central— el que salga a vender dólares, utilizando para ello unos USD 1.700 millones que tiene disponibles en sus cuentas propias dentro de la autoridad monetaria.
Aunque no es la primera vez que el Gobierno recurre a ventas de divisas sin que se alcance el techo de la banda, esta vez el anuncio oficial marca un cambio explícito en la política cambiaria, en un contexto de alta volatilidad y fuerte tensión en los mercados financieros.