
En tiempos donde la vida parece transcurrir entre notificaciones, pantallas encendidas y conexiones permanentes, un grupo de estudiantes del colegio Hermano Hermas de Bruijn decidió detenerse a pensar en algo que muchos pasan por alto: ¿qué pasa cuando no podemos soltar el celular?
Los alumnos de 3° 2da, guiados por las profesoras Leisa Abalos Reynoso, del área de Cultura y Comunicación, y Candela Roldán Eljall, del área de Psicología, llevan adelante un proyecto de investigación sobre la dependencia digital, un fenómeno cada vez más presente en la vida de los jóvenes.
Con la curiosidad propia de su edad y la rigurosidad que exige el trabajo escolar, los estudiantes se sumergieron en entrevistas, lecturas y debates para analizar cómo el uso excesivo de dispositivos y plataformas impacta en su rutina, en sus relaciones sociales y hasta en su estado emocional. “Queremos entender qué significa depender de la tecnología y cómo podemos usarla de manera más saludable”, expresaron durante la presentación del proyecto.
El tema los atraviesa directamente: saben lo que se siente al no tener internet y experimentar ansiedad, o cómo las horas frente a la pantalla pueden afectar el rendimiento académico. Pero también reconocen que el mundo digital es una herramienta indispensable para aprender, crear y comunicarse. El verdadero desafío, descubrieron, es encontrar el equilibrio entre conexión y desconexión.
El valor de este trabajo no está solo en las conclusiones a las que arriben, sino en el proceso: jóvenes reflexionando sobre sus propios hábitos y animándose a plantear un debate que involucra a toda la sociedad. En definitiva, el proyecto es una invitación a repensar la relación que tenemos con la tecnología y a preguntarnos, sin miedo pero con honestidad: ¿quién maneja a quién, nosotros a los dispositivos o ellos a nosotros?