
Natalia Oreiro estrenó La mujer de la fila. La película dirigida por Benjamín Ávila tuvo su avant premiere, donde la actriz fue consultada por la polémica desatada a raíz de las declaraciones de Guillermo Francella quien tras el estreno de Homo Argentum dijo que no le gusta el cine “muy premiado” que “le da la espalda al público”.
Al ser consultada sobre el tema, Oreiro señaló: “Yo celebro que todas las personas puedan expresarse, que sea respetada su expresión, aunque uno no esté de acuerdo”. A su vez, aludió al debate sobre el financiamiento y la llegada de ciertas producciones al público y consideró personalmente que “hay que hacer cine de todo tipo de género”. “No creo que el éxito de una película radique en la cantidad de espectadores que vayan a verla”, remarcó.
La protagonista de la nueva película, explicó que, como a “una actriz popular”, le encanta “hacer películas masivas y que la gente vaya al cine y que se identifique, que se ría”. Pero también cree “muy necesario el cine de autor, el cine emergente, las óperas primas”.
“Deben convivir. Nuestro cine es nuestra historia”, planteó sobre la polémica desatada semanas atrás. También se refirió a la opinión de Francella, por quien dijo sentir mucho aprecio. “A Guillermo lo quiero mucho porque hice mi primera película con él. Imaginate si no lo voy a recordar con cariño. Es un tanque”.
Aseguró que hasta el momento no vio su nueva película, pero que lo hará. “Voy a ver su película y le voy a mandar la invitación para que vea la nuestra”, dijo en el intento de tender puentes.
Por otra parte, rechazó la idea de reducir la producción cinematográfica a una cuestión partidaria. “Yo creo que reducir un hecho artístico a una corriente política es muy simple. Yo abogo por la diversidad de proyectos, de opiniones. Creo que pueden convivir”.
“Sería egoísta creer que somos los únicos que tenemos un momento complicado. El país está complicado, el mundo está complicado, pero creo que hay que seguir haciendo cosas y creo que, por el contrario, de intentar separar un público del otro, hay que hacer cosas que a la gente le emocionen y la haga conectar. Lo que necesitamos es conectar y el cine nos conecta con eso”, manifestó.
Además, dejó en claro que no está a favor de ver o no una película por cuestiones partidarias. “Decirle a una persona cómo tiene que ver una película, cómo tiene que pensar para ver determinado cine, me parece que es subestimar al público. Yo jamás le diría al público que tiene que ver una película por su ideología. No. El arte no es eso. El cine no es eso”, comentó.