
La canonización de Carlo Acutis es una de las últimas disposiciones del Papa Francisco. El Sumo Pontífice de origen argentino había aprobado este paso, luego de que se le reconocieran al religioso “influencer” el milagro de la curación de un niño en Brasil y la recuperación total de una adolescente que sufrió un gravísimo accidente.
En la Plaza San Pedro, el Papa León XIV encabezó la ceremonia que otorgó el título de santo al adolescente fallecido a los 15 años en octubre de 2006 por una leucemia. Es por esto que se convirtió en la persona contemporánea más joven en alcanzar la santidad en la Iglesia Católica.
De los dos milagros aprobados, el primero que se le atribuye a Acutis tuvo lugar en Brasil en el año 2013. En Campo Grande, un niño de 7 años se encontraba terriblemente afectado por una enfermedad del páncreas para la cual no existía una cura.
Sin embargo, el pequeño recuperó su salud luego de entrar en contacto con un pedazo de camiseta que había pertenecido a Acutis.
El segundo milagro que se le atribuye ocurrió en mayo de este año, cuando una joven de 21 años se recuperó de un grave accidente, luego de que su madre peregrinara a la tumba de Acutis en Asís. Valeria Valverde, la estudiante de Costa Rica sufrió un trauma cerebral al caer de una bicicleta y su condición era irreversible para la medicina.
Sin embargo, luego de que su madre visitara la tumba del ahora santo, la joven se recuperó. Algo que la ciencia no pudo explicar.
Evangelizar a través de internet
A cutis es conocido como el “santo milenial”. Nacido en el Reino Unido y criado en Italia, Carlo ganó notoriedad por documentar milagros e impulsar la evangelización a través de internet. A pesar de crecer en una familia no practicante, desarrolló una intensa actividad de difusión religiosa mediante aplicaciones y videos, y fue enterrado en la basílica de Asís. En 2020, la Iglesia lo declaró beato, resaltando su papel como primer beato “nativo digital”.
De acuerdo a la legislación canónica, la canonización de Carlo Acutis fue anunciada junto a la de otros catorce religiosos y laicos. La devoción hacia Acutis creció de manera significativa entre las generaciones jóvenes, quienes lo reconocen por su vínculo con la tecnología, el uso de plataformas digitales y el testimonio sobre el papel de la fe en la vida cotidiana.