
Momentos de extrema tensión se vivieron este miércoles por la mañana en la Escuela Marcelino Blanco de La Paz, Mendoza, cuando una alumna de 14 años ingresó al establecimiento con un arma de fuego, disparó al menos dos veces al aire y se atrincheró en el interior del edificio.
El episodio ocurrió pasadas las 9.30, cuando los estudiantes regresaban a las aulas después del primer recreo. Testigos señalaron que la adolescente salió del baño con un arma cargada, apuntó a algunos de sus compañeros y luego efectuó varios disparos, desatando el pánico en la comunidad educativa.
De inmediato, las autoridades escolares activaron el protocolo de crisis y se dispuso la evacuación total del colegio para resguardar la vida de alumnos y docentes. Desde la Dirección General de Escuelas (DGE) confirmaron que no hubo heridos y pidieron a las familias no acercarse al lugar mientras continuaban las negociaciones.
Ante el alerta al 911, intervinieron efectivos de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) y el Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS), que incluso arribaron en un helicóptero de la Policía de Mendoza. La fiscal penal de menores, Griselda Digier, también se presentó en la institución.
Las negociaciones con la joven se prolongaron durante horas. Pasado el mediodía, la adolescente efectuó un tercer disparo frente a los efectivos, lo que obligó a intensificar el operativo. En distintos videos grabados por testigos se escucha a los policías intentar calmarla: “Dejá el arma en el piso un minuto así podemos hablar”, le repitieron los negociadores.
El caso generó una fuerte conmoción en la localidad. El intendente de La Paz, Fernando Ubieta, confirmó en declaraciones radiales que la adolescente permanecía atrincherada dentro de la escuela: “La policía está trabajando para disuadirla y evitar una locura. Es un pueblo pequeño, nunca vivimos algo así”, expresó con preocupación.
Según trascendió en medios locales, la menor sería hija de un comisario retirado de San Luis, lo que explicaría cómo tuvo acceso al arma de fuego.
Mientras continuaban las tareas de mediación, efectivos policiales, bomberos y personal especializado permanecían en el lugar, en un operativo que mantuvo en vilo a toda la provincia.