
Por Silvina Gómez
“No pueden salir a faenar a una chica que solo siguió una tendencia”, “Si se enojó Malena Pichot entonces el video está bien hecho”, “Era un chiste”, “Todos lo hicieron, no solo los de Shell“. Esto es solo un top de comentarios recogidos y repetidos en redes sociales. Y me pregunto: ¿Por qué molesta tanto un trend de TikTok donde se deshacen de una mujer metiéndola en bolsas de consorcio o cajas?
¿Qué pesadas las “feminazis”, no? Quieren cancelar a todo el mundo. Seguro estás pensando que “ya no se puede decir nada, ni hacer chiste con nada”, pero con el debido permiso hagamos un recap de algunos casos, a ver, si al final de estas líneas el trend sigue pareciendo gracioso.
Brenda Torres. Cordobesa de 24 años. Su papá, Roque Torres, encontró el corazón de su hija en una bolsa metido en un tacho de pintura gris. “Cuando lo levanté, estaba muy pesado. Lo abrí y adentro había una bolsa negra. La toqué y estaba blanda”, dijo. Minutos más tarde, la policía le confirmó que su hija había sido descuartizada y los restos estaban desperdigados en bolsas por diferentes puntos de un basural. Ocurrió en agosto de 2025.

Daiana García tenía 19 años, y había acudido a una entrevista de trabajo en Palermo. La encontraron muerta en Llavallol. La habían asfixiado, estaba demidesnuda y le habían colocado una media en la boca para luego colocar su cuerpo en el interior de una bolsa arpillera blanca. El último mensaje se lo había enviado a una amiga con la que tenía que reunirse a comer en un local de comidas rápidas. Ocurrió en marzo de 2015.

Ángeles Rawson tenía 16 años. Cursaba el cuarto año del Instituto Virgen del Valle de Colegiales. En junio de 2013, Jorge Mangeri, portero del edificio en el que vivía trató de violarla a las 9:50 horas cuando llegaba del colegio. Se resistió con todas sus fuerzas, entonces la asfixió hasta matarla. Luego descartó el cuerpo en una bolsa de consorcio y la encontraron en una de las cintas de clasificación de residuos del CEAMSE. “Me descompuse por el horror que me causó. Yo que la cuidaba tanto”, fueron las palabras de su mamá tras reconocer el cuerpo.

Candela Rodríguez tenía 11 años, cuando el 22 de agosto de 2011 la secuestraron cerca de su casa en Hurlingam. Ante la conmoción nacional, la búsqueda se extendió por varios días hasta que encontraron su cuerpo el 30 de ese mismo mes. Estaba dentro de una bolsa, en unos pastizales de Villa Tesei. ¡Tenía 11 años! La autopsia determinó que la asesinaron asfixiándola.
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De acuerdo a las estadísticas de Mumala, en Argentina, en el 14% de los femicidios (164 al 30 de agosto de 2025) se utilizó algún mecanismo para deshacerse del cadáver, ocultar o disimular el hecho. Los más frecuentes son: desechadas en basurales y arrojadas a ríos/arroyos en bolsas de basura. Las mismas bolsas que tantas risas causaron entre los feligreses del algoritmo en el gigante chino.
Puse algunos nombres, porque quizás viendo las caras de estas niñas y jóvenes, recordemos la importancia de lo que decimos y lo que hacemos. ¿Es repudiable? Sí. ¿Es menos grave porque fue pensado por una mujer? No.
Es que en este caso, el problema no es la CM, ni la Shell, ni YPF, ni los mexicanos que crearon la tendencia… El problema es que a muchos no se les movió ni un solo pelo al ver esas imágenes. ¿Será el algoritmo que nos tiene adormecidos? ¿Qué habrá sentido ese padre que encontró el corazón de su hija en una bolsa de consorcio? ¿O la madre de Candela? ¿O la de Ángeles? Y tantas otras que acabaría este espacio contando caso por caso.
En pleno 2025, hubo un femicidio cada 31 horas. Entonces, no hay lugar para hacer “chistes” con esto. No es un “clima de época”, son familias, hijos, hijas, amigos, amigas, hermanos, hermanas que se quedaron sin alguien importante en su vida por las fallas de un sistema que cada día desprotege más a las víctimas de violencia de género.
Desechar mujeres en bolsas de consorcio no es un trend, es la realidad. Y por esa lamentable realidad es que molesta tanto cada insólita justificación. Y sí, vamos a seguir pasando los pueblos que hagan falta para que el #NiUnaMenos se haga realidad. ¡Buen domingo!