
Ante la inminente llegada del verano y las recurrentes olas de calor, el Gobierno nacional ha puesto en marcha un programa especial diseñado para aliviar la demanda de electricidad en los momentos de mayor estrés del sistema. La iniciativa busca que los grandes usuarios, como industrias y grandes comercios, reduzcan voluntariamente su consumo en horas críticas a cambio de una remuneración económica, con el objetivo de balancear la demanda y evitar los temidos cortes de suministro.
Esta medida se enmarca dentro del Plan de Contingencia Energética que la Secretaría de Energía ha estado elaborando desde el año pasado, y que ahora se materializa con la aprobación de la resolución 379, que da vida al Programa de Gestión de Demanda de Energía. Se trata de un esquema programado y voluntario donde los grandes consumidores podrán ofrecer al Operador del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) reducciones de carga eléctrica. Estas ofertas funcionarán como una “reserva adicional” del sistema, lista para activarse cuando la red se encuentre al límite de su capacidad.
El texto de la resolución se apoya en la experiencia internacional, destacando el éxito de programas similares en otros países. “Los antecedentes internacionales de programas de gestión de demanda diseñados para trasladar la carga de mayor potencia de la red demuestra que la eficiencia energética y otras medidas de reducción de la demanda, mediante incentivos de rendimiento vinculados al logro de objetivos que generen ahorro, ha tenido muy buenos resultados, como los reportados por la Administración de Información Energética de Estados Unidos en el Estado de California, los Programas de Eficiencia Energética de Energy del Reino Unido y el Programa de Gestión de la Demanda de Brooklyn-Queens (BQDM), entre otros”, detalla uno de los considerandos.
La norma también especifica que los costos asociados a estas medidas serán asignados a los costos de reserva del MEM, lo que significa que se integrarán dentro del esquema general de costos del sistema eléctrico.
El principal objetivo de este nuevo programa es prevenir las situaciones críticas vividas en veranos anteriores, donde los picos de consumo llevaron a cortes preventivos en diversas regiones del país. La Secretaría de Energía ha identificado que el momento de mayor vulnerabilidad de la red durante el verano es alrededor de las tres de la tarde. En esta franja horaria, la combinación de altas temperaturas ambientales y la actividad industrial empujan la demanda eléctrica a sus niveles máximos.
Es en este punto donde los acondicionadores de aire se convierten en un factor determinante, explicando aproximadamente un tercio de todo el consumo residencial y desafiando la estabilidad del sistema eléctrico. Con esta iniciativa, el Gobierno busca una herramienta más para garantizar un suministro eléctrico estable y confiable durante los meses de mayor calor.